El empresario Gianfranco Macri, hermano del Presidente, admitió ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) haber sido el verdadero dueño de la offshore BF Corporation SA, titular de una cuenta en Suiza. Fue a través de esta compañía que el empresario exteriorizó más US$ 4 millones en el blanqueo de capitales que habilitó el gobierno de Mauricio Macri y como consecuencia de los Panamá Papers y una denuncia de supuesto lavado.
Gianfranco regularizó su situación ante el fisco tras ser denunciado por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), en diciembre de 2016, en base a información enviada por la fiscalía federal de Hamburgo sobre movimientos sospechosos en una cuenta de la sociedad en el banco UBS, en Alemania.
BF Corporation fue creada por el estudio Mossack Fonseca. Ni siquiera esta firma sabía quiénes estaban detrás de la compañía. Así lo demuestran nuevos documentos obtenidos por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) con más de cien medios de todo el mundo, entre ellos PERFIL. Los abogados panameños -agentes de la sociedad en cuestión- reclamaron a los intermediarios uruguayos saber quiénes eran los verdaderos dueños de esta compañía, pero el representante legal de la sociedad nunca lo informó.
La cuenta. La offshore de los hermanos del Presidente tenía una cuenta bancaria en Hamburgo, Alemania, pero el 19 de octubre de 2015 Gianfranco decidió mudar el dinero al banco Safra, en Suiza. Antes, su representante pidió “destruir cualquier documentación” relacionada con la compañía y la cuenta bancaria en el UBS. Fue seis días antes de la primera vuelta electoral en la que Mauricio Macri se abriría camino a la Presidencia. El banco recién emitió el reporte de actividad sospechosa tras el estallido de Panamá Papers, en abril de 2016. Así consta en el informe enviado por las autoridades alemanas, al que accedió PERFIL.
Para Mossack Fonseca la offshore era un misterio. Nunca se ocuparon de conocer a los verdaderos dueños de la compañía hasta que estalló Panamá Papers y el estudio debió reaccionar poniendo en orden la documentación de las sociedades que representaba. Cuando reclamaron conocer a su cliente, la respuesta nunca llegó.
Ahora, y ante la consulta del ICIJ, desde el grupo Socma admitieron que Gianfranco y Mariano Macri eran los dueños de la panameña BF Corporation (50% cada uno), e indicaron que todos los fondos depositados en el UBS de Alemania pertenecían a Gianfranco. También confirmaron que el empresario transfirió los fondos de la sociedad a Suiza y que, tiempo más tarde, los blanqueó, a fines de 2016.
El intermediario. Mossack Fonseca nunca habría estado en contacto directo con Gianfranco y Mariano. Tenía un intermediario uruguayo: el estudio Lussich Torrendell & Asociados, el mismo que representó a Franco Macri por otras sociedades offshore.
Los panameños solicitaron a este estudio que les informaran quiénes eran los verdaderos dueños de la sociedad BF Corporation, pero nunca obtuvieron respuesta, según el intercambio de e-mails al que accedió PERFIL. El estudio Lussich sólo les contestó que informaría sobre ese pedido a “los clientes” y que los contactaría otra vez “en cuanto tenga respuesta”, lo que nunca ocurrió, según surge de correo del 18 de abril de 2016 que integra los nuevos documentos de Panamá Papers.
Cronología de lo invisible. Los e-mails entre el Estudio Lussich Torrendell & Asociados y el estudio panameño demuestran que el contador uruguayo Santiago Lussich era quien hablaba en nombre de BF Corporation sin precisar jamás quiénes eran los dueños de la sociedad.
BF Corporation fue registrada por Mossack Fonseca en 2009. Fue Lussich quien solicitó al estudio panameño que inscriba a tres ciudadanos uruguayos como autoridades de la offshore, según estos correos.
En noviembre de 2012, Lussich solicitó en Panamá un certificado de vigencia de la sociedad, en el que consta que los “directores y dignatarios” eran Claudio Oralan Rodríguez (presidente), Carmen Vázquez Solanes (secretaria) y Gabriel Vieira Merola (tesorero).
“Esta compañía tiene acciones al portador, siendo las mismas inválidas desde el 31 de diciembre. Debe emitir nuevas acciones”, lo intimó Mossack Fonseca el 11 de abril de 2016. El estudio pretendía que BF Corporation nombrara accionistas identificados con nombre y apellido, como entonces ya exigía la ley en Panamá y en medio del escándalo por los Panamá Papers.
El 15 de abril, el estudio panameño dio otro paso. Envió a los uruguayos una factura por US$ 100 por los costos derivados de su renuncia como agente de la sociedad. “En vista que no hemos recibido la información solicitada para completar la debida diligencia [de BF Corporation] y que a la fecha los cambios de Agente Registrado no ha sido culminados, estaremos procediendo como lo establece la ley, a renuncias (sic) a nuestros cargos de Directores y Agente Registrado”.
Ante el silencio de los uruguayos, Mossack Fonseca cortó lazos con BF Corporation. El 22 de abril de 2016, emitió un acta en la que renunció a su representación e intentó así protegerse legalmente. Se amparó en la negativa de sus clientes a informar la identidad de sus beneficiario finales (dueños reales).
Mientras tanto, el banco UBS de Hamburgo, que había manejado la cuenta bancaria de BF Corporation hasta octubre de 2015, decidió emitir una alerta a las autoridades anti-lavado. En agosto de 2016, las autoridades alemanas enviaron la información a la Argentina notificando la existencia del vínculo entre BF Corporation y los hermanos Macri, el movimiento de dinero a Suiza y la orden al banco de destruir cualquier documentación sobre la cuenta bancaria.
El 14 de diciembre de 2016, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) presentó la denuncia contra BF Corporation, los hermanos del Presidente y los intermediarios uruguayos, ya que fue Lussich quien dio las órdenes al banco UBS, como reveló entonces el diario La Nación.
Ocho días después, el 22 de diciembre de 2016, Gianfranco Macri presentó una “declaración voluntaria y excepcional de bienes en el país y/o en el exterior” ante la AFIP. Detalló que él y su hermano Mariano controlaban el 50% cada uno de BF Corporation, pero indicó que era suyo el 100% del dinero controlado por esa sociedad, que estimó en $ 63,5 millones (equivalente entonces a unos US$ 4 millones).
El equipo argentino que trabajó en la continuación de Panamá Papers con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) está integrado por Hugo Alconada Mon, Maia Jastreblansky, Iván Ruiz y Ricardo Brom (La Nación), Mariel Fitz Patrick (Infobae), Emilia Delfino (Perfil) y Sandra Crucianelli (para Perfil).