POLITICA
denunciado por corrupcion

Gómez Centurión reconoció que sabía de las gestiones de ‘Cuqui’

Dijo que “reprendió” al empresario Barreiro Laborda cuando supo que invocaba su nombre. En la Justicia creen que el vínculo entre ambos complica al ex jefe de la Aduana.

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Suspendido. El ex funcionario asegura que lo atacaron por investigar a las mafias de la Aduana. | telam
De pronto, un hombre con aspecto de guardespaldas apareció ayer en el tercer piso de los tribunales de Comodoro Py 2002. Miró para todos lados, revisó pasillos. Los empleados de los juzgados lo vieron circular sin entender. Minutos después se enteraron de que había llegado para inspeccionar la seguridad del terreno antes de la llegada de Juan José Gómez Centurión al juzgado de Ariel Lijo, quien  investiga una denuncia anónima por corrupción que lo obligó a dejar preventivamente su cargo.

Gómez Centurión se presentó ante Lijo acompañado por sus defensores y pidió que le tomaran declaración indagatoria. Pero el juez le dijo que no era posible: hay una investigación en curso en busca de pruebas para llamarlo en el momento oportuno, le explicó. Entonces el militar retirado pidió hacer una declaración espontánea en donde, durante una hora y media, habló de la necesidad de crear una Aduana “transparente” y aseguró que si hubiera sabido que el empresario Oldemar Carlos “Cuqui” Barreiro Laborda, ex dueño de Lo Jack, estaba haciendo gestiones turbias en su nombre, lo hubiera denunciado.

Sin embargo, un escrito que el propio Gómez Centurión entregó al juzgado el 31 de agosto pasado reconoció que tenía conocimiento de las gestiones de Cuqui Laborda. En la Justicia creen que eso puede complicarlo. En diálogo con PERFIL, Gómez Centurión aseguró que sólo sabía que Barreiro Laborda se presentaba como su amigo y decía tener contactos con la Aduana. Y por eso lo “reprendió”. 

Gómez Centurión dijo que había conocido a Cuqui en enero, cuando el dueño de Lo Jack le prometió un sistema para rastrear contenedores de forma satelital. Barreiro Laborda lo contradijo: aseguró en un escrito que se conocían hace años. Diferencias que deberá develar Lijo.

Gómez Centurión también dijo que volvieron a verse cuando el 10 de agosto le mandaron a su celular los audios que después usó la ministra Bullrich para denunciarlo penalmente. “¿Quién sos, capo?”, le preguntó Gómez Centurión al desconocido que le mandaba el audio y como no tuvo respuestas, lo llamó a Barreiro. Cuqui insistió en que era internas de la Aduana. Según relató el propio funcionario desplazado, se encontraron el 12 de agosto en el estacionamiento del Shopping Buenos Aires Design, de Recoleta. El juzgado tiene las imágenes de esa reunión, confiaron a PERFIL fuentes del caso. Allí Cuqui Laborda le entregó en un sobre los nombres de los sospechosos de la operación en su contra. Nunca más se habrían visto.

Desde que estalló el escándalo, Gómez Centurión habló de amenazas, dijo pagar el costo de enfrentarse a las mafias corruptas de la Aduana y se declaró víctima de una operación de inteligencia. Pero sus reuniones con Laborda, a sabiendas de las gestiones que estaba realizando el empresario, podrían hacer pensar a los investigadores que Gómez Centurión pudo ser un  “encubridor” de esas maniobras.


¿Qué dijo ante el juez?

“Quiero dejar claramente asentado que si alguno de estos rumores hubiera tenido algún punto de verosimilitud o nombre propio, o algún acto contrario al derecho, lo hubiera denunciado en forma inmediata como denuncié otras cosas”, sostuvo ayer Juan José Gómez Centurión ante el juzgado.

También sostuvo que durante su gestión “circularon personas aduciendo influencias o vínculos conmigo, con la política, con ministros o con gente del partido” con “la intención de ejercer influencias en una organización absolutamente permeable históricamente al modelo de influencia” y para frenarlo se vio obligado “muchas veces a mandar mails” a su entorno para desmentirlo. Gómez Centurión insistió en que los audios que lo involucran fueron “manipulados, editados y sometidos a regrabaciones”.