POLITICA

"Gorriarán Merlo estaba a 400 metros del cuartel", cuenta un testigo de La Tablada

El periodista Carlos Reyes siguió el copamiento y vio al líder del MTP a bordo de un Jeep. Cómo fue cubrir semejante hecho.

Reyes era camarógrafo cuando sucedió el copamiento al regimiento militar.
| Cedoc

Carlos Reyes era camarógrafo de Canal 13 cuando el 23 de enero de 1989 se produjo el copamiento de La Tablada. Junto a dos compañeros se acercaron a un Jeep con cuatro militares adentro. Era mediodía. Desde la madrugada se escuchaban los tiros. Quisieron entrevistarlos. No tuvieron éxito.

Tiempo después, cuando vio su cara en todos los medios, se dio cuenta: uno de los supuestos oficiales era Enrique Gorriarán Merlo, líder del MTP, que siguió el ataque al cuartel desde las inmediaciones. "Nunca me voy a olvidar esa imagen. No llegamos a reconocerlo", cuenta a Perfil.com el periodista que estuvo todo el día del levantamiento en medio del fuego cruzado.

Perfil.com: -¿Cómo empezó el día?


Reyes: -Llegué 6.40 al canal y salimos directo para La Tablada. Cuando estábamos llegando ya era un tiroteo increíble. Estábamos acostumbrados a algo así, veníamos de época de milicos. No nos llamaba la atención. Era un día más. Pero no tenía idea de la magnitud que iba a tener.

-¿Y cuándo llegaron?

-Era todo campo la parte del regimiento. Llegamos luego de caminar unas 15 cuadras. Nos quedamos todos los periodistas en la entrada principal, rodeado de milicos y policías. Era tan grande el caos que nadie sabía nada. Además tenías que cuidarte de los tiros, venían de todos lados.

-Ahí ya estaban todos grabando.

-Claro. Y ahí es cuando se ven las imágenes de los soldados corriendo en calzoncillos. Nos apostamos ahí y veíamos como se tiraban entre todos y a cualquier lado. En la puerta donde estábamos entraban los tanques. Era la guardia. Cuando entra uno de esos aplasta un auto y lo pasa por arriba. Por suerte lo teníamos asumido y seguimos la acción.

-¿Qué elegís filmar entre tanto acontecimiento?

-El momento de la nota es... si vos ves venir un tanque y hay algo en su camino, esa es la nota en el medio del caos. El tanque estuvo en todas las tapas, era lo principal.

-¿Cómo fue avanzando el día?

-Al mediodía, cuando todo estaba más apaciguado, ya no escuchabas tanto tiro, me quedó algo que hasta hoy lo llevo en mi retina. Empezamos a caminar y preguntarle a la gente qué pensaba de lo sucedido. A 400 metros, pegado a una estación de servicio había un Jeep del Ejército con cuatro oficiales. Quisimos hablarles y no nos dieron bola. Y nos quedó la duda: ¿qué hacían ahí mirando si eran oficiales? Eran cuatro terroristas que estaban mirando todo vestidos de milicos. Seguimos caminando y a 50 metros nos cae un bombazo que destroza una pared.

-¿Cómo chequearon que no eran realmente militares?

-Porque cuando termina todo, a los meses me llega citación al canal para ir a declarar. Los jueces me preguntaron si reconocía alguna de las caras y me mostraban a los tipos. Estaban ahí cagándose de risa. Yo los miro. Había una puertita antes de entrar donde yo los podía ver. Y ahí digo "este estaba, ese también". Reconocí a dos. Luego, con la imagen de Gorriarán Merlo en todos los medios noté que era uno de los que estaban en el Jeep. Me quería morir. Me sentí un re contra pelotudo. Los tuve a los tipos a un metro. Estaban sentados ahí. Hasta el día de hoy tengo esa imagen.

-¿Qué sensación te quedó cuándo terminó todo?

-Fue algo muy grave lo que pasó. Vimos todas las imágenes después. No podíamos creer donde habíamos estado. No imaginábamos nada de lo que pasó. El regimiento de La Tablada era muy respetado, uno de los pilares del Ejército. Pero qué locos, qué huevos los que se arriesgaron a hacer semejante locura. No tenían chance.

(*) De la redacción de Perfil.com.