Más de mil policías participan esta mañana del operativo de desalojo de un predio tomado en el municipio bonaerense de Merlo, donde viven unas 3.000 familias, luego de que el domingo fuera asesinado un nene de 8 años en medio de una pelea entre bandas.
El procedimiento se realizaba en la ruta 1003 y la calle Medina, localidad de Libertad, donde estaban siendo quemadas varias casillas, informaron a DyN fuentes policiales.
Los terrenos están ocupados desde hace más de cuatro meses y los vecinos lo denominaron barrio Nueva Esperanza.
El intendente del partido bonaerense de Merlo, Gustavo Menéndez, justificó hoy el desalojo al asegurar que en ese terreno hay "un grupo chico pero muy violento" que tiene "como escudo" la ocupación "para cometer delitos".
En ese sentido, habló de "narcotraficantes" y "gente" que sale "a robar", y recordó que el domingo fue asesinado un nene de 8 años en medio de una pelea entre bandas, sobre lo que dijo que "ha sobrepasado el nivel" de tolerancia de "todos", para luego completar que estaba "velando" para que el operativo "sea en absoluta paz".
"No hay que estigmatizar a la gente que ha tomado la decisión de la toma porque en su gran mayoría son trabajadores desocupados, pero sí había un grupo chico, pero muy violento que tenía como escudo la toma para cometer delitos", enfatizó Menéndez en diálogo con radio Continental.
Por su parte, Rodrigo Alonso, uno de las ocupantes del predio de Merlo denunció que el operativo incluía la utilización de "topadoras" que arrasaban "las casas" y que "ni siquiera" podían retirar sus pertenencias.
Además, calificó como "ilegal" al procedimiento al asegurar que existía una "prórroga" judicial de "180 días para el desalojo firmada ayer" y protestó al sostener que "no" había "ningún tipo de contención social" para las personas que eran retiradas del lugar.
"Con topadoras arrasan las casas y ni siquiera podemos retirar nuestras pertenencias, como camas, heladeras y colchones", dijo DyN Alonso.