POLITICA
para no enturbiar la relacion

Iglesia y Gobierno abren un 'paraguas' por aborto

Replican la estrategia adoptada con el Reino Unido por la cuestión Malvinas. Buscan que las diferencias en el tema no afecten la buena sintonía que existe entre Alberto Fernández y la cúpula eclesiástica. La visita a San Cayetano.

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Visita. El mandatario junto al canciller Solá, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y los líderes de la Conferencia Episcopal Argentina. | Presidencia

El Gobierno y la Iglesia adoptaron un “paraguas” para el tema del aborto, donde las dos partes aceptan y reconocen sus diferencias sobre la cuestión, pero evitan que esta contraposición de opiniones, sobre un tema tan delicado, afecte el resto de las dimensiones que abarca la relación. La información fue confirmada a ambos lados de la mesa, por fuentes laicas y eclesiásticas.  

El modelo se asemeja al que adoptaron el Reino Unido y la Argentina para sus relaciones bilaterales tras el conflicto del Atlántico Sur. En ese caso, la diferencia es la referida a la soberanía de las

Malvinas. En los dos ejemplos, cada parte mantiene reserva de su postura sobre el tema que divide, sin que ello impida trabajar en otros frentes. Esto explica las posiciones firmes de obispos influyentes ante la adopción del protocolo de aborto no punible, o la reacción del arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, ante los gestos a favor de los pañuelos verdes de Alberto Fernández.

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Pero la clave está en que estas contraposiciones no impidieron que se multiplicaran los gestos de buena sintonía. El último de ellos, fue la visita del Presidente a la cena organizada por la parroquia de San Cayetano, gestionada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, de la que participó también Juan Manuel Olmos, amigo personal de Francisco. Junto a sus respectivas parejas, fueron recibidos por el “obispo villero” Gustavo Carrara, uno de los hombres más cercanos al papa argentino, ascendido por él a su actual cargo.

Fernández pasó cerca de una hora y media, sorprendió a todos, afirman testigos directos, con su humildad y con el contacto personal con cada uno de los que se acercó a saludarlo. El cura villero ascendido por Francisco al grado de obispo había sido una de las voces más importantes de la Iglesia durante el debate parlamentario sobre el aborto. Algo que no impidió que junto a los curas villeros recibiera a Fernández durante la campaña y, en Nochebuena, oficiará de anfitrión del jefe de Estado, su pareja y el jefe de Gabinete.

En su primera reunión con la Conferencia Episcopal Argentina, el Presidente había elogiado la labor de los curas villeros. Debía estar informado que su presidente, Oscar Ojea, es el guía espiritual de muchos de ellos. Todos sus interlocutores eclesiásticos coinciden en que el mandatario está muy bien informado sobre todo lo que concierne a Francisco y su pensamiento. En esa misma reunión, los obispos del Episcopado le habían entregado un texto donde expresaron una posición fuerte contra el protocolo, pero evitaron hacer un pedido directo durante el encuentro. Un gesto de diplomacia en pos de preservar el “paraguas”. Fuentes al tanto de los primeros contactos coincidieron en señalar que prevaleció la sinceridad y la cordialidad.

Hasta ahora, el gesto más relevante fue el encuentro de la primera dama, Fabiola Yáñez, con Francisco a quien le regaló el cáliz de la Misa por la Patria que Fernández compartió con Mauricio Macri antes del pase de mando, una iniciativa de la que participaron el arzobispo de Mercedes-Luján y el obispo Oscar Ojea. Todos estos gestos de cercanía, se lograron a pesar de las diferencias sobre el aborto.

Sin embargo, el “paraguas” tiene también sus detractores y hay voces influyentes en la Iglesia, incluso en la cúpula de la Conferencia Episcopal, que buscan una relación más tirante. Por ahora, prevalecen los que quieren potenciar los temas de acuerdo.