La Justicia solicitará a los Estados Unidos todos los movimientos bancarios de la cuenta que Alberto Nisman compartía con su empleado Diego Lagomarsino. Así lo confirmaron a este medio fuentes judiciales. La cuenta, revelada por PERFIL el sábado pasado, está radicada en el ex banco Merrill Lynch de Nueva York y es compartida también con la madre y la hermana del fiscal, Sara Garfunkel y Sandra Nisman.
La lupa sobre las finanzas de Nisman agudizó la interna familiar entre Garfunkel, su hija y la ex esposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, no sólo por cuestiones de dinero sino porque la jueza impulsa la versión de que Nisman podría haber sido asesinado por dinero. Además, destapa manejos irregulares del fiscal, que ponen a su familia en la mira, y que el Gobierno y sectores afines han explotado para dañar la imagen de Nisman.
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A la cuenta bancaria se suma un presunto cobro de dinero en el extranjero que la Justicia mantiene bajo siete llaves pero que PERFIL pudo conocer de fuentes con acceso al expediente. En la caja fuerte del departamento de Nisman en las torres Le Parc, se encontró el comprobante de un supuesto cobro que el fiscal habría recibido de una firma privada por medio de un banco estadounidense. Aún no se aclaró oficialmente si el monto era por 200 mil dólares o pesos. Pero sí que data de 2013 y que el fiscal, por alguna razón, conservó ese remito como prueba de un dinero cobrado, confirmaron a PERFIL fuentes con acceso al expediente.
Ese remito podría estar conectado con la cuenta en los Estados Unidos. Hasta el momento, la fiscalía no tiene ninguna prueba contundente de que el móvil de la muerte de Nisman sea económico. Pero no lo descartan y por eso analizarán los movimientos de la cuenta bancaria en los Estados Unidos.
Arroyo Salgado se enteró de la existencia de la cuenta en el exterior y de la cotitularidad de Lagomarsino, y lo contó ante su colega Fabiana Palmaghini y la fiscal Viviana Fein. Aclaró además que, aun siendo su esposa, Nisman nunca la participaba de cuestiones financieras. Por eso la presencia de Lagomarsino en la cuenta le llamaba la atención. Fein citó a la madre y a la hermana a declarar pero alegaron problemas de salud. Lograron postergar la declaración.
El técnico informático era empleado de la fiscalía AMIA y el dueño del arma que dio muerte a Nisman el domingo 18 de enero. Tras verse acorralado por la revelación de la cuenta bancaria, confesó que entregaba la mitad de su sueldo a Nisman.
La madre del fiscal ya sorprendió a los investigadores del caso. Garfunkel acompañó al secretario letrado de la jueza Palmaghini, Sebastián Marasco, y a la mano derecha de Fein, Bernardo Chirichella, a realizar un procedimiento en la sucursal 75 del Banco Ciudad. Allí, en la sede de Corrientes y Uruguay, la mujer debía presenciar la apertura y secuestro de “todo elemento de interés para la investigación” en las cajas de seguridad a nombre del fiscal. Pero cuando las abrieron estaban vacías. Garfunkel había retirado todo sin avisar a la Justicia, según los registros que entregó el propio banco.
Cuando Fein la interrogó sobre el contenido de esas cajas de seguridad, Garfunkel contestó que había “unos pesos”, “un diploma” y “papeles”, pero que ninguno era “relevante” para la investigación de la muerte de su hijo. Nunca aportó los papeles.
La madrugada del lunes 19 de enero, mientras la Prefectura, la Policía Federal y la Justicia inspeccionaban el departamento de Nisman, un oficial tuvo que llamar la atención de Garfunkel, quien quería llevarse la llave del Audi 5 de Nisman y los papeles del auto, que resultó estar a nombre de una empresa privada.
