El ex secretario de Transporte Ricardo Jaime continuaba prófugo de la Justicia al cierre de esta edición, luego de que el juez federal Claudio Bonadio ordenara su procesamiento y prisión preventiva en una causa por administración fraudulenta en el Ferrocarril Belgrano Cargas. El fiscal federal Carlos Rívolo, que lo investiga en otro expediente por presunto enriquecimiento ilícito, dijo ayer a PERFIL que en su fiscalía habían “percibido que Jaime buscaba radicarse en Brasil”. Añadió que notaron que “había alguna intención de, por lo menos, no estar cerca de los tribunales argentinos”. En aquella oportunidad, Jaime había pedido permiso para establecer en Brasil su “lugar de residencia temporal”, con el fin de trabajar como “consultor externo” de una empresa en San Pablo por un plazo de 45 días. En Florianópolis su familia tiene propiedades.
Rívolo aclaró que ya pidió alrededor de cinco veces que Jaime sea indagado por presunto enriquecimiento ilícito, y que el ex funcionario deberá explicar su crecimiento patrimonial ante la Justicia antes de fin de año. También dijo que, de no presentarse a declarar como imputado, el juez de la causa, Sebastián Casanelo, ordenaría su detención.
En la causa que lo dejó ayer al borde de la prisión, fuentes del juzgado de Bonadio confirmaron a este diario que Jaime se encontraba en el país, mientras la Policía Federal lo buscaba. La orden puntual del magistrado fue registrar y allanar el viernes la casa de Jaime en Carlos Paz, provincia de Córdoba.
El abogado defensor de Jaime, Andrés Marutian, dijo a la agencia Noticias Argentinas que el ex funcionario había decidido entregarse a la Justicia el viernes pero que fue él quien le aconsejó que no lo hiciera al considerar que la decisión del juez es “arbitraria” y “no está firme”. Por eso, apelará mañana la orden de prisión preventiva ante la Cámara Federal.