Por crímenes cometidos durante la última dictadura, el Tribunal Oral Federal 5 de esta capital condenó hoy a prisión perpetua al general (re) Jorge Olivera Róvere y el ex subjefe de zona de área Bernardo Menéndez, al cabo de un juicio en el que otros tres militares acusados de violaciones a los derechos humanos fueron absueltos.
Ex subcomandante del Primer Cuerpo de Ejército, Olivera Róvere cumplió ya 83 años sin haber estado nunca preso, y podrá de hecho cumplir aún más ya que ni él ni Menéndez quedarán tras las rejas hasta que no haya sentencia firme en su contra.
En definitiva, Olivera Róvere pudo marcharse a su casa pese a que se lo encontró culpable de 116 privaciones ilegitimas de libertad y 4 asesinatos con alevosía, mientras que el otrora coronel Menéndez, quien comandó el Grupo de Artillería de Defensa Antiaérea (GADA 1010) de Ciudadela, también se fue en libertad tras ser condenado por 41 secuestros.
La lectura de la sentencia por parte del juez Daniel Gordo fue acompañada por gritos de indignación de familiares de víctimas del terrorismo de Estado presentes en la Sala, así como por sonrisas de festejo entre las familias de los acusados.
Mientras los deudos de los desaparecidos y secuestrados por la Dictadura les gritaban "cómplices" y "asesinos" a los jueces, frente a los tribunales de Retiro donde tuvo lugar la sesión una muchedumbre de 500 personas se manifestaba también en contra del fallo y emitía las mismas acusaciones contra sus autores.
Como era de esperarse, esos gritos aumentaro al conocerse la absolución de los otros ex militares acusados: Felipe Jorge Alespeiti, Humberto José Lobaiza y Teófilo Saá, quienes ocuparan la jefatura del Regimiento de Infantería 1 de Patricios (la mayor unidad de la Capital) durante los "años de plomo". Para ellos, el fiscal Félix Crous y las querellas habían pedido 25 años de prisión.
En su defensa, Olivera Róvere negó su participación en los hechos que se le imputaban, dijo que su accionar durante la guerra sucia se limitó a "disuadir al enemigo" mediante "el recorrido de patrullas" y alegó: "No ejercí ni impartí órdenes que puedan lesionar los derechos humanos".
Tanto el general retirado como sus camaradas señalaron como las fuerzas que llevaron a cabo la represión a la Marina que conducía Emilio Massera, la Policía Federal y la SIDE.