Ricardo Alfonsín soñaba obtener una "intención de voto" del 20% en estas elecciones "preliminares", según las calificó, y posicionarse como claro perseguidor de Cristina Fernández de Kirchner en octubre. Cerca del 13%, el hijo del ex Presidente quedó lejos de esa aspiración y su búnker fue una fiel expresión de la impotencia de Udeso: poquísimos militantes (sin banderas) y un puñado de declaraciones en todo el día.
Después de las 18, cuando los fiscales radicales de todo el país comenzaron a revelar los datos, el líder radical apostó a la mesura y esperó los primeros resultados oficiales. Ricardo Gil Lavedra, Miguel Bazzi y Angel Rozas fueron sus primeros interlocutores: transmitieron optimismo, cautela y esperanza de hacer una "gran elección en octubre".
Los 150 periodistas acreditados estaban ansiosos por tener la valoración de figuras de mayor peso en el radicalismo. Se esperaba la presencia de los senadores Ernesto Sanz y Eugenio "Nito" Artaza. Pero no aparecieron.
En cambio, dieron presente el ex fiscal anticorrupción y primer candidato a diputado nacional en la Capital, Manuel Garrido, la diputada Silvana Giudici y viejos afiliados de la UCR, como el ex presidente de Vélez, Raúl Gámez, o el ex secretario de Telecomunicaciones, Henoch Aguiar.
En voz baja. Alfonsín llegó al hotel sobre las 20 y se refugió junto a su candidato a vice, Javier González Fraga, y sus colaboradores en el piso 11. Perfil.com lo encontró subiendo por el ascensor y las caras de ambos no eran de lo más alentadoras. Una hora y media después, cuando Cristina Fernández comenzó a dar su discurso, bajaron al 4º piso, donde estaba ubicado el escenario.
Su vocero, Pablo Galeano, le avisó que la Presidenta estaba hablando en ese mismo momento, que había que esperar. "Ricardito" esperó algunos minutos, pero se mandó al escenario con sus candidatos sin esperar al cierre del discurso K y por fin "encendió" el búnker.
El hijo del ex Presidente habló no más de diez minutos, felicitó a la mandataria por su triunfo y recibió la arenga de apenas 50 militantes. "La carrera empieza mañana. Esta era una elección preliminar, un ensayo general para definir las grillas de partida. Estamos en la grilla de partida", dijo Alfonsín.
El candidato de Udeso también dio una señal de admitir la derrota. Según adelantó: "vamos a hacer todas las correcciones y ajustes necesarios con el propósito de ir aclarando y caracterizando bien qué es lo que está en juego en la Argentina este 23 de octubre".
A la media hora Alfonsín regresó al escenario con Francisco de Narváez. Con el triunfo de las legislativas de 2009 a cuestas, el "Colorado" prometió otra victoria contra el kirchnerismo y los dos sonrieron para las cámaras.
“En 70 días vamos a elegir al próximo Presidente, a los gobernadores y también de qué forma queremos vivir", planteó el empresario.
Rápidamente los candidatos se fueron, las cámaras se apagaron y cuando Hermes Binner no había terminado su discurso, en el búnker radical sólo quedaban boletas en el piso, cables y equipos de sonido.
Perfil bajo. Graciela Ocaña pasó totalmente inadvertida en el hotel NH City de Plaza de Mayo. La ex ministra de Salud, segunda candidata a diputada nacional en la Provincia, llegó en silencio al búnker después de denunciar "robo de boletas" y sólo se la vio arriba del escenario con el equipo de De Narváez. No habló con la prensa y se fue.
(*) De la redacción de Perfil.com.