POLITICA
el armado desde la oposicion

La continuidad de Cambiemos no tambalea pero sí su funcionamiento

La polémica por la derogación del aborto no punible abrió una grieta difícil en el oficialismo. El rol del radicalismo.

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Radicales. Lousteau salió a defender a Rubinstein. Ernesto Sanz quedó en el foco de la escena. |

La continuidad de Juntos por el Cambio no se va a ver afectada por el papelón en torno al protocolo de aborto no punible. Por lo menos así lo expresan desde los diferentes partidos de la alianza que en poco más de dos semanas volverá a ser oposición. Sin embargo, la polémica no estará exenta de consecuencias: será tomada como ejemplo de lo que se debe corregir en los métodos de toma de decisiones una vez en el llano e incluso puede llegar a sumar conflictividad a la hora de resolver el reparto de cargos que debe darse en los próximos días.

“Es una más de muchas diferencias, pero no creo que altere las discusiones que se vienen por la institucionalización del espacio”, expresó un histórico dirigente del radicalismo, dejando bien en claro dónde está la apuesta del centenario partido: lograr sentarse a la misma mesa con Mauricio Macri pero en igualdad de condiciones.

Desde el radicalismo salieron en tándem a defender a Adolfo Rubinstein (“Dolfi” para los que lo conocen) cuando el Gobierno tomó la decisión de anular la resolución que reglamentaba el aborto que la Justicia considera legal horas después de que fuera publicada en el Boletín Oficial. A los dirigentes radicales llegó la versión de que tanto Macri como Gabriela Michetti habían tenido comentarios despectivos hacia Rubinstein en la reunión de gabinete donde se habló del protocolo.

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Eso generó que las tensiones internas que hoy vive la Unión Cívica Radical fueran dejadas rápidamente de lado. Todos los sectores que hoy viven una lucha descarnada por espacio de poder interno tuvieron una postura unificada en respaldo al renunciante secretario de Salud. Incluso firmaron un texto en apoyo tanto legisladores “verdes” como “celestes”. Esa situación despertó suspicacias en el macrismo, que ven una estrategia política detrás de la firma del protocolo.

“De ser así, fue una jugada de ajedrez, porque logró unir al radicalismo y golpear a Macri”, analiza una fuente del bloque radical. Sin embargo, aseguran que Rubinstein había acordado con la Casa Rosada en sacar el protocolo después de las elecciones.

“El espanto nos va a terminar uniendo, es más lo que nos une que lo que nos diferencia”

Más de uno apuntó a un hombre: Ernesto Sanz. El mendocino viene manteniéndose aislado de los avatares cotidianos. Pero fuentes partidarias aseguran que en los últimos días abandonó su refugio para acercar posiciones y fortalecer al partido en la posición dentro de la alianza.

“Son tipos especiales los radicales, se ofenden por esto pero la verdad es que tuvo que venir este pibe del Newman para terminar un mandato”, dispara un diputado macrista que también puso la mira en un problema que tiene el radicalismo: la falta de referentes de peso electoral. “Dejen de pelear y formen candidatos”, les apuntó.

De todas formas, terminó poniendo paños fríos: “El espanto nos va a terminar uniendo, es más lo que nos une que lo que nos diferencia”.

El diputado Fernando Iglesias, en la fracasada sesión para tratar el proyecto de ficha limpia, también dejó en clara esa idea, al asegurar que se presentaba al interbloque como “detonado” por el tema del protocolo pero que estaban todos juntos buscando quórum.

Las esquirlas todavía se están esparciendo. La unidad de Cambiemos nadie la pone en duda. Pero todos ya se están acostumbrando: el clima de tensión y dardos cruzados será una constante en los tiempos que vienen.

El protocolo, al Congreso

Diputados de la Unión Cívica Radical no perdieron tiempo y presentaron ayer un proyecto de ley para que el protocolo de aborto no punible que había salido publicado en el Boletín Oficial sea debatido en el Congreso.

El puntado José Riccardo tuvo la iniciativa que fue acompañada por otros miembros del bloque, algo que despertó resquemores en sus pares macristas.

El texto, de tres artículos, establece la aplicación del protocolo que se agega en un anexo. El protocolo propuesto es el mismo que se publicó en la resolución de la polémica, y hasta cuenta con la firma de Adolfo Rubinstein y su equipo.