Mantener la unidad de Cambiemos. Ese es el gran desafío que tienen el PRO, la UCR y la CC a partir del 11 de diciembre. Los 40 puntos obtenidos en la elección del 27 de octubre revitalizaron a la alianza que deberá convivir como oposición durante los próximos 4 años. Para todos los actores quedó claro que la unidad es casi una obligación para no perder poder electoral. Evitar las rupturas no será fácil, ya que las fricciones comenzaron antes de lo esperado.
La primera de todas fue ni bien se analizó la derrota y se comenzaron a pensar los conductores del 2020. La decisión del presidente Mauricio Macri de mantenerse en el juego hizo que tanto el radicalismo como la Coalición Cívica salieran a decir que era "muy pronto para hablar de liderazgos".
"El radicalismo en estos cuatro años fue muy desdibujado por el presidente (Mauricio) Macri en su afán por liderar la coalición. Creo que en esta nueva etapa, en la que Juntos por el Cambio estará en la oposición, la UCR debe tener un alto protagonismo en el proceso de construcción de la alternancia", sentenció el presidente del radicalismo y próximo diputado por Mendoza, Alfredo Cornejo. La disputa por el centro de la escena ya era un hecho.
Por lo bajo también comenzó una disputa entre Cornejo -y una gran parte de la UCR- y Macri por el puesto para controlar la Auditoría General de la Nación (AGN). Mientras que el Presidente quiere en ese estratégico lugar a Miguel Ángel Pichetto, para el mendocino la ley es clara y el radicalismo tiene el derecho por tener la mayor cantidad de legisladores. Aún no hubo definiciones al respecto.
En la superficie, los reclamos y acusaciones cruzadas se manifestaron a través del Congreso. Primero por el golpe de estado en Bolivia. Macri y su canciller, Jorge Faurie, fueron categóricos. Para ellos no existió tal situación en el país vecino. Sin embargo, para el radicalismo la situación fue muy distinta. Las negociaciones entre los tres aliados fueron tensas pero finalmente se logró un comunicado conjunto. Para evitar que la crisis siga escalando se votó a mano alzada, sin registros de quienes estuvieron a favor y quienes en contra.
Mauricio Macri: entre la despedida y la mudanza
El último cruce fue el más notorio. El secretario de Salud, el radical Adolfo Rubinstein, actualizó el protocolo del ILE (Interrupción Legal del Embarazo). La medida causó estupor dentro del PRO a tal punto que Macri ordenó dar marcha atrás con la decisión. El bloque de la UCR, sumado al de Evolución que conduce Martín Lousteau, condenaron la orden del Presidente. "Solicitamos al señor Presidente que sostenga la resolución mencionada previamente entendiendo que estas acciones deben enmarcarse en una política pública con perspectiva federal de aplicación articulada en todo el territorio nacional", escribieron. El comité nacional partidario sacó una declaración en esa misma línea.
Según pudo saber PERFIL, la última semana de noviembre habrá una reunión de los jefes de bloque de la renovada Cámara. Cristian Ritondo por el PRO; Maxi Ferraro por la CC y Mario Negri por la UCR deberán marcar las reglas de juego dentro del recinto. Además, plantearán las posturas de cada espacio sobre todos los temas a discutir para tener previsibilidad y saber cuando Cambiemos votará inevitablemente por separado. ¿El objetivo? Que las divisiones coyunturales no terminen de romper la alianza que se originó en 2015 y triunfó a nivel nacional a los pocos meses de su nacimiento.
RI/MC
