La presentación será realizada por la jueza Sandra Arroyo Salgado –ex pareja deNisman– y las hijas del matrimonio. Antonio Stiuso, el espía más famoso del país, podría ser citado nuevamente a declarar como testigo.
Si bien las 15 horas de declaración que prestó el 29 de febrero en el Palacio de Tribunales aún están bajo secreto de la ley de inteligencia, los dichos del ex jefe de la Secretaría de Inteligencia (SI) volvieron a revivir en los últimos días: el caso pasó a los tribunales federales, otra vez.
Además, en los próximos días, la Cámara Federal resolverá si reabre la denuncia que hizo Nisman contra la entonces presidenta, Cristina Fernández, y sus allegados. Stiuso sostuvo en aquel momento que el gobierno les ordenó frenar la investigación sobre Irán mientras comenzaba el diálogo por el Memorándum. Dijo que no le hicieron caso: a él le costó el puesto; a Nisman, la vida, sostuvo. El ex espía también recomendó buscar entre los denunciados a los culpables de su muerte.
Los abogados Manuel Romero Victorica, Federico Casal y Juan Pablo Virgolini, contratados por Arroyo Salgado en nombre de las hijas de Nisman, están convencidos de que el testimonio de Stiuso debe ser profundizado por el juez Ercolini.
Los abogados también quieren que el magistrado preste atención a un dato que aportó el fiscal Carlos Stornelli, vecino de despacho de Eduardo Taiano, el fiscal que tiene ahora en sus manos la instrucción de la causa. Stornelli ya declaró en el expediente: contó que el viernes 16 de enero de 2015, dos días después de la denuncia contra Cristina, se comunicó con Nisman para ofrecerle guardar las pruebas en su despacho, pero en ese momento el fiscal le reveló que lo que había trascendido era sólo un “boletín de prensa” y las verdaderas pruebas las llevaría el lunes al Congreso. El domingo 18 apareció con un tiro en la cabeza. Para la querella, eso es un dato revelador porque demostraría que Nisman tenía pruebas que no llegó a presentar. Nadie sabe qué pasó con esas evidencias.
Stornelli, además, aparece en el cruce de llamados que investigó la fiscal Viviana Fein antes de ser apartada del expediente. Hablaba con el entonces número 2 de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Alberto Mazzino. Fein detectó una intensa actividad telefónica de otros espías antes de que se supiera que Nisman estaba muerto. Como la que tuvieron Stiuso y Mazzino desde un teléfono de la flota a nombre de Osvaldo Goncalvez Pereyra, el custodio muerto días atrás en Luján por piratas del asfalto. Ese ex policía debía declarar como testigo en la causa por la muerte del fiscal de la causa AMIA.
Por ahora, dijeron a PERFIL fuentes judiciales, la querella aguarda los resultados de un nuevo cruce de llamados que están haciendo la Gendarmería y la AFI: quieren saber “qué teléfonos se activaron en Le Parc el 17, 18 y 19 de enero, con quiénes se comunicaron, a qué antenas y a quiénes llamaron estas últimas líneas, como si se siguiera la cadena de un cheque sin fondo para saber quién lo cobró”.