La fórmula presidencial Daniel Scioli-Carlos Zannini generó diferencias entre los ministros de la Corte Suprema. Los cortesanos ya vienen divididos por el tratamiento que el máximo tribunal le dio a la embestida del Gobierno contra Carlos Fayt, de 97 años, sostienen fuentes judiciales.
Zannini, como representante del Ejecutivo, ha sido el encargado de timonear mano a mano con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, cada resolución sensible al Gobierno: la Ley de Medios, las causas contra la Anses por haberes adeudados y los fallos por acceso a la información contra el PAMI y contra la Inspección General de Justicia (IGJ) son algunos ejemplos. También fueron eje de diálogo demandas tributarias contra el Estado por deudas millonarias. Sin embargo, las más comprometedoras se centran en los temas de coparticipación de las provincias, que la Corte aún mantiene bajo análisis, así como cuestiones de la Justicia electoral.
Las internas en el seno del máximo tribunal no pasan inadvertidas. Elena Highton de Nolasco consiente la fórmula Scioli-Zannini. No es el caso de Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda. Highton también habría planteado su disconformidad con el apoyo poco elocuente de la Corte a su colega Fayt.
Zannini ha sido el mentor de las leyes de “democratización” de la Justicia, de aquellas relacionadas con el “manejo presupuestario” del Poder Judicial y la última por la que se reformó el Código Procesal Penal. Además, interviene en el Consejo de la Magistratura a través de los camporistas Julián Alvarez y la diputada Anabel Fernández Sagasti.