Llegó aplaudido. El vicepresidente Amado Boudou se paró frente a las cámaras que lo esperaban en las puertas de Comodoro Py, saludó a la miliancia, intercambió palabras de aliento con La Cámpora, la JP Evita y Unidos y Organizados. Los jóvenes arengaron al funcionario minutos antes de enfrentarse al juez Ariel Lijo y al fiscal Jorge Di Lello pero, casi como una metáfora de su paso por la vicepresidencia: saldrá sólo.
Es que la espera pudo más que la pasión militante. La cantidad de "pibes para la liberación" que llegaron a las puertas de Tribunales en horas del mediodía, con pancartas que decían "Fuerza Amado" y cantitos de aliento hacia Boudou, fue menguando con el correr de las horas hasta dejar la calle casi vacía.
Los que más aguantaron fueron los militantes que llegaron con banderas de Berazategui, que se quedaron hasta las cinco de la tarde. Para ese momento, las demás agrupaciones ya se habían ido. "Vale la pena dar estas luchas", dijo el exministro de Economía, tras su cruce con los jóvenes.
De esa forma, cuando Boudou deje el juzgado solo contará con la compañía de sus abogados defensores, en un día donde sólo tuvo malas noticias: además de someterse a la indagatoria del juez, la Cámara Federal rechazó su pedido de anulación de los testimonios de Nicolás Ciccone y Guillermo Reinwick.