De cinco a cien pesos. Ese será el monto que propondrán como aporte voluntario a los padres que envían a sus hijos a colegios parroquiales católicos, con el objetivo de avanzar en el plan para eliminar los aportes del Estado para el sostenimiento del culto. “En una cuota de 2 mil pesos, el aporte que se pedirá será de 20 pesos”, indicaron a PERFIL fuentes calificadas al tanto del plan que preparan los obispos antes del inicio de clases. El monto guardará proporción con el valor de la cuota, pero en todos los casos no excederá los 100 pesos.
Ningún padre será obligado a hacer el aporte, aclaran con insistencia, ni se aplicará el descuento “por defecto”. Los responsables legales de los alumnos deberán expresar su voluntad antes de ser incluidos. Los fondos tendrán como destino un fondo que se distribuirá de manera solidaria entre las distintas diócesis del país y que, de manera progresiva, reemplazará las transferencias del Estado que hoy garantizan los ingresos de curas y obispos. En las próximas semanas, se comunicará a los padres cuál es el monto que corresponderá, en los casos de las escuelas que comenzarán a implementar el sistema, que no serán todas.
En ningún caso, las escuelas parroquiales que están en zonas más desfavorecidas y tienen un subsidio estatal del 100% serán incluidas en esta primera etapa.
Tampoco formarán parte de este plan, por ahora, los colegios que dependen de órdenes religiosas (jesuitas, maristas y franciscanos, por ejemplo) y solo alcanzará a los establecimientos que dependen de los obispados. Cada obispo tendrá autonomía a la hora de decidir los establecimientos donde se avanzará con la solicitud, que llegará antes de la primera cuota, correspondiente a marzo.
Aportes. La próxima semana se espera que con la llegada del personal administrativo se comience a trabajar en la comunicación. Esta tarea estará coordinada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que buscará acordar con los obispos un criterio de comunicación común. Su presidente, Oscar Ojea, trabaja desde el año pasado con el Gobierno para avanzar en un reemplazo progresivo de los aportes estatales al sostenimiento, con el objetivo de eliminarlos de forma definitiva. La medida no afectará transferencias destinadas a obras sociales o al aporte a la educación, que se realizan a través de los ministerios de Educación y Salud, y Desarrollo Social.
En diciembre, la Secretaría de Culto, que comanda Alfredo Abriani, había anunciado en conjunto con la CEA la implementación de una resolución que habilitaba a la ejecución del sistema de pago voluntario, sobre el que ahora se conocen por primera vez detalles.
La norma, que llevó la firma conjunta del canciller, Jorge Faurie, y el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, estableció que los colegios “de titularidad o bajo la dirección” de la Iglesia u otro culto registrado “podrán percibir una contribución en concepto de sostenimiento de culto, a cargo de los padres responsables de los alumnos que asistan a los mismos”.
Desde el Gobierno se habló de un “cambio de paradigma” que permitrá pasar del sostenimiento estatal al aporte de los fieles. Mientras que fuentes eclesiásticas indicaron que se buscará con esta y otras medidas “reforzar la conciencia del sostenimiento del culto en sus fieles”. Más allá de las apreciaciones, de forma gradual se buscará terminar con una partida presupuestaria que para este año prevé más de $ 130 millones y que despertó críticas durante el debate por la legalización del aborto y el rol activo que jugó la Iglesia en esa discusión.