POLITICA
Tensiones oficialistas

La incomodidad kirchnerista se profundiza y ya no es solamente contra Alberto Fernández

A pesar de que la tensión en el Frente de Todos no está en sus niveles máximos, el sector liderado por Cristina Kirchner empezó a hacer notar su disconformidad con decisiones en distintos ámbitos de gestión. Desde el desalojo en Mascardi, con comunicado en contra de La Cámpora, hasta la represión de la Bonaerense en La Plata. En lo económico, la mira en la indigencia y el rechazo a Moroni y Massa por la postura en la negociación del gremio del neumático. Las divisiones volverán a verse el 17 de octubre.

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Casos que molestan. La Plata, Mapuches, pobreza, neumáticos y Lealtad. | cedoc

Aunque el nivel de tensión pública dentro del oficialismo ya no está en su máxima expresión, las diferencias siguen existiendo y vuelven a sentirse, con un kirchnerismo que se mantiene dispuesto a diferenciarse de las medidas que lo incomodan. Ya no se trata solo de los movimientos de Alberto Fernández, también apuntan a Massa, a quien llevaron al Gobierno, y hasta a la gestión de Axel Kicillof.

Alberto Fernández y Cristina Kirchner apenas intercambian algunos mensajes breves, pero con quien el Presidente no volvió a hablar más es con Máximo Kirchner. “Con La Cámpora está todo roto”, aseguran en el entorno del Presidente. El jefe de Estado apenas cruza diálogos cortos (cuando la gestión lo obliga) con el principal referente de CFK en el Gobierno: Eduardo “Wado” de Pedro. Aunque el ministro del Interior haga esfuerzos por mostrarse como un puente o quiera aparentar ser dialoguista, no tiene vínculo con funcionarios más que para fotos armadas y se refugia en la relación con los gobernadores. Ahora con ellos está abocado a la estrategia para suspender las PASO. Pero también hay algunos jefes provinciales que desconfían de su figura. Nadie hubiese querido estar en el lugar de Alberto Fernández cuando el funcionario hizo pública su renuncia, aunque no la concretó, y solo se trató de generar una de las mayores crisis del gobierno.

Alberto y CFK apenas intercambian algunos mensajes breves

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“El Estado siempre debe velar por los derechos humanos, particularmente de mujeres, niñas y niños. Por eso, instamos a que se garanticen de manera urgente los derechos de las mujeres que hoy están detenidas en Ezeiza y en la PSA de Bariloche, y a recuperar la senda del diálogo para encontrar una resolución final a este conflicto”, dice el comunicado que emitió La Cámpora después del operativo de las fuerzas de seguridad que, por orden judicial, desalojaron las tierras ocupadas por mapuches en Villa Mascardi. Y detalla: “El accionar de las fuerzas va en contra de las normas y tratados internacionales de derechos humanos, y evidencia la falta de perspectiva de género y el desconocimiento de la interculturalidad del Poder Judicial y los actores intervinientes”. Sin mencionar al Ministerio de Seguridad, el kirchnerismo se mostró incómodo con el desalojo en el sur.

La semana dejó más críticas. El siempre apuntado Claudio Moroni volvió a ser eje de cuestionamientos de este sector. Ya tiempo atrás, el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, les había puesto nombre y apellido a los “funcionarios que no funcionan” de los que habló la titular del Senado. Se trataba de Martín Guzmán, Matías Kulfas y Claudio Moroni. Con los primeros dos afuera, Larroque volvió a hablar del área de Trabajo. ¿Llegó el momento de la salida para Moroni? El camporista mencionó un déficit en la gestión. “Por lo menos en el conflicto del neumático, está claro que si las cosas se prolongan por tanto tiempo y después finalmente se termina comprobando que con dedicación, actitud y voluntad política se puede resolver...”, dijo sobre un conflicto que el kirchnerismo vio al Gobierno del lado de los empresarios y no de los trabajadores. Y en esto no solo señalan a Moroni, sino también a Massa.

El ministro de Economía no pudo escapar a los cuestionamientos. Las reuniones con Máximo Kirchner y con el gobernador Kicillof no alcanzan para que las críticas queden a puertas cerradas. Tampoco los encuentros que mantiene cada 15 días con la vicepresidenta y los diálogos telefónicos que puedan tener entre cada cara a cara. Primero fue Cristina Kirchner quien en las redes sociales pidió una intervención más “precisa y efectiva” para controlar los precios, con un fuerte cuestionamiento a los niveles de indigencia. Después, fue su hijo y diputado quien en un acto cuestionó el ser “intransigentes” con los trabajadores de neumáticos mientras el Gobierno “se puso de rodillas con las cerealeras” al habilitar el dólar soja.

Con quien no habló más el Presidente es con Máximo. “Está todo roto”, dicen

También apareció un kirchnerismo incómodo tras la represión de la Policía Bonaerense contra hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata. No importó que se tratase de una gestión de uno de los principales dirigentes de Cristina Kirchner al momento de hablar de “brutal”, “salvaje” “ensañamiento” y “descontrol” sobre el accionar de las fuerzas bajo el mando de Sergio Berni, sostenido hasta acá por Kicillof y puesto allí por la propia vice.

“Internamente se la pasan cuestionando decisiones propias que quieren hacer pasar como ajenas. No pueden hacerse los desentendidos de Berni, a quien estos tres años dejaron que maltrate la gestión presidencial, tampoco de la economía y la llegada de Sergio Massa. Acordate cómo presionaron a Aberto para que esto suceda”, dice un funcionario sobre los últimos cruces. En menos de diez días, las diferencias se harán notar en la calle, en donde el peronismo suele mostrar el poder de movilización: el 17 de octubre encontrará a los diferentes sectores del Frente de Todos divididos. Desde que el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de condena para la vicepresidenta, el kirchnerismo planea una fuerte movilización en su apoyo. Sin embargo, no todos estarán en la Plaza de Mayo.

 

Se va Zabaleta y definen sucesora de Gómez Alcorta

Con la salida del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Elizabeth Gómez Alcorta ya oficializada, el lunes también se anunciará que el ministro Juan Zabaleta dejará su cargo. Y el objetivo es que sus reemplazos puedan asumir el próximo miércoles.

La funcionaria decidió dejar su cargo con fuertes críticas al operativo de seguridad con el que se desalojó a familias mapuches por la toma de tierras en Villa Mascardi, en la provincia de Río Negro. Elizabeth Gómez Alcorta presentó su renuncia después de haber hecho pública su posición contraria al accionar del Ministerio de Seguridad, a cargo de Aníbal Fernández. Lejos de esta posición, el jefe de Estado había felicitado al ministro por avanzar con un operativo en el que no se reprimió. La figura de Gómez Alcorta venía siendo cuestionada desde hace tiempo así como el rol de su ministerio, que la oposición pide eliminar. Sin embargo, esto no sucederá y el área que se ocupa de las mujeres, géneros y diversidad seguirá teniendo rango de ministerio.

Al mismo tiempo, se anunciará la salida de Juan Zabaleta del Ministerio de Desarrollo Social. Aunque llegó apenas un año y medio atrás, el funcionario regresará a Hurlingham para recuperar el distrito que dejó en manos de La Cámpora. Fue en un momento uno de los dirigentes más albertistas pero hoy ya el vínculo con el Presidente es intermitente. El ministro no les pudo poner fin a los reclamos y piquetes, y se va después de iniciar auditorías de planes sociales para avanzar en su reducción.

El desafío de mostrar una verdadera conversión de la ayuda social en empleo quedará para su sucesor. El jefe de Estado le ofreció el cargo a la diputada Victoria Tolosa Paz, quien antes de encabezar la lista en Provincia en 2021 estaba al frente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.