Camila Crescimbeni, de 28 años, asumió hace una semana al frente de la Juventud PRO, como sucesora del mediático Peter Robledo. Además, es directora de Inclusión Joven en el Ministerio de Desarrollo Social y concejal de Almirante Brown, su primer cargo electivo, donde renunció a su dieta para “no tener incompatibilidades”, aclaró. La politóloga, que cursó parte de su carrera becada en los Estados Unidos y luego completó los estudios en la UBA, confirmó en una entrevista con PERFIL su postura a favor de la despenalización del aborto y dijo que va a trabajar para que “haya más diputados jóvenes en 2019”.
—¿Cómo se gestó tu llegada a la presidencia de la Juventud PRO?
—Por estatuto de la juventud nacional del PRO cada dos años se renuevan autoridades. Pedro había arrancado en abril de 2016 y desde el año pasado se venía hablando que para la dirigencia les parecía tener al frente una mujer. Si bien hicimos una votación por lista única, estuvo bueno el ejercicio democrático de trabajar con todos los sectores.
—¿Dónde ves las mayores vulnerabilidades de los jóvenes en la actualidad?
—Creo que la generación de empleo para jóvenes para el mundo del trabajo son las principales. Pero también hay un tema más profundo con los jóvenes, que es la falta de confianza y autoestima. Es no haber tenido una socialización donde un referente te diga “vos valés, tu crecimiento vale”.
—¿Cuál es tu postura sobre la despenalización del aborto?
—Yo estoy a favor de la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Agradezco la posibilidad de que Mauricio Macri se haya podido abrir de esa manera a un debate muy sano que se está dando al interior de nuestro partido, de la coalición Cambiemos y los hogares en general.
—¿Creen que van a poder convencer al Presidente?
—El Presidente ya dijo que no lo va a vetar, es algo para sacarse el sombrero. Si hay algo que tiene nuestro presidente, y yo lo admiro profundamente, es la capacidad de absorber y escuchar para construirse a sí mismo. Cuando critican que es un tipo de hierro, yo creo que es todo lo contrario. Hay que acercarse para conocerlo, tanto a él como a Marcos (Peña). No son hombres de hierro, son personas muy accesibles.
—¿Tienen vínculos con jóvenes de otras agrupaciones?
—Me interesa charlar con los compañeros de La Cámpora, del Partido Obrero, con todos los que tengan opiniones distintas a nosotros. Hay instancias informales de contacto, tenemos amistad con varios compañeros jóvenes. Hay una rispidez estructural que es mala para la generación de los jóvenes, hay grietas para ir cerrando.
—¿Qué les contestás a quienes les dicen que son “chetos”?
—Que nos vengan a acompañar en cualquier recorrida, basta de esa grieta. Si estamos de acuerdo en tantas herramientas, esa es una etiqueta que quedó extemporánea y habla de un prejuicio de no animarse a charlar.