Mientras Lionel Messi y la selección de Alejandro Sabella descansaban en las horas previas a jugarse el mata o muere con Bélgica para acceder a las semifinales de la Copa del Mundo, a pocos metros, se habría jugado otro partido del que está pendiente toda la Casa Rosada y lo más alto del poder político nacional.
Es que en el hotel Royal Tulip Brasilia, donde la delegación argentina se hospedó la noche anterior a jugar los cuartos de final, habrían circulado distintos protagonistas de la causa por la imprenta Ciccone, en la que está procesado el vicepresidente de la Nación.
Según consignó el diario Clarín, sólo faltó el propio Amado Boudou, porque su abogado -y estratega judicial- Diego Pirota se lo vio circulando por el lobby del Royal Tulip. Allí, también se lo vio caminando a Jorge Ballestero, juez de la Sala 1 de la Cámara Federal que deberá resolver las apelaciones que el mismo Pirota, en defensa de Boudou, le presente.
En el mismo hotel, donde los de Sabella se concentraban, también hubo exfuncionarios de jerarquía. Por ejemplo, allí estuvo el exnúmero dos de la SIDE durante el gobierno de Fernándo de la Rúa, Darío Richarte, que dirige el estudio jurídico donde trabaja Pirota. (NdR: Darìo Richarte se comunicó con este portal para informar que vio el partido en Buenos Aires).
Además, hubo lugar para Marcela Losardo, exsecretaria de Justicia del Gobierno de Cristina Kirchner. Losardo sí tenía un motivo puntual para asistir: es la esposa de Fernando Mitjans, presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA.
Pero, según señaló el matutino, las reuniones casuales en el lobby entre estos personajes -observados el viernes- se completaba con un "pez gordo" del Poder Judicial: el presidente de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti, quien también reservó una habitación en el Royal Tulip.