Tras el éxito político que significó para el sindicalismo opositor el paro del 10 de abril pasado (que no incluyó movilizaciones masivas), Hugo Moyano anunció una marcha a Plaza de Mayo para el próximo miércoles 14 de abril.
El secretario general de la CGT Azopardo anticipó que "el objetivo" de la movilización de los gremios opositores al gobierno "es mantener los reclamos que venimos realizando, que no tienen respuesta".
"Es muy amplia la convocatoria: el mínimo no imponible (de Ganancias), el aumento a nuestros jubilados, la inflación desbordante, que el trabajador no tiene respuesta. Pero hay un tema que nos abarca a todos: el tema de la inseguridad. Nadie vive tranquilo", indicó el camionero en diálogo con Radio La Red.
Será la primera gran movilización de gremios opositores después de la que encabezaron los mismos Camioneros frente a la Casa Rosada el 8 de julio de 2013.
"El temor que tiene (la gente) al salir a la mañana a trabajar y cuando tienen que volver. La recolección de residuos comienza a las 9 de la noche, (el empleado) sale a las 4 de trabajar: la gente espera a que se haga de día porque tiene temor", ejemplificó.
Moyano reclamó "empezar a cerrar la fábrica de la desocupación, que desgraciadamente en algunos casos ha incidido para que haya más inseguridad". Y sostuvo que "cuando los jóvenes no tienen trabajo, puede pasar cualquier cosa". "A mi entender, lo que ha producido e incrementado este tema de la inseguridad es la falta de trabajo que hace muchos años existe en el país", advirtió.
El sindicalista sostuvo que en el paro del 10 de abril "la gente tenía deseos de expresar el malestar y la bronca por la que está atravesando" y que "eso se vio claramente cuando la gente expresó su bronca en no ir al trabajo".
"Tuvimos muchísima adhesión de gremios cuyos dirigentes no habían convocado al paro. Eso mostró claramente que hay un malestar en la gente", evaluó el dirigente, a pesar de que buena parte del éxito de la medida de fuerza se debió a que ese día no hubo medios de transporte y a los piquetes en distintos puntos de la ciudad y el conurbano.
"Logramos interpretar la voluntad de la gente, esta es la realidad, le guste a quien le guste. La gente se expresó en forma contundente el 10. El verso de los piquetes, que nadie podía pasar, es una mentira, no convocamos a los piquetes, no es así: era un paro en el que cada uno expresara su voluntad", afirmó el gremialista
Moyano también apuntó a los sindicalistas afines al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que "quieren quedar simpáticos con los funcionarios de turno aunque el trabajador los putee". "Nosotros somos al revés: que me putee el funcionario de turno no me molesta. Me molestaría que me puteara un trabajador pero, en ese sentido, el trabajador nos tiene mucho respeto", caracterizó.
También criticó que a los funcionarios que lamentaron que el paro hiciera perder un día de trabajo: "Ellos dicen que perdió no sé cuánto el país. ¿Y los días feriados, sándwich, esos que están en el medio? Hasta la misma gente no está de acuerdo".
"Este parece el país del no laburo. Cuando más se necesita, hay un feriado en el medio y no se trabaja. Lo dice la Biblia: 'ganarás el pan con el sudor de tu frente'. Perón nos decía 'el hombre debe producir lo que consume'. Un país se hace trabajando, no hay otra forma, eso no le hace mucho bien al país", concluyó.