El presidente Mauricio Macri no participó ayer del acto en conmemoración por los 25 años del atentado a la Embajada de Israel. Sin embargo, recibió en la Quinta de Olivos a unas cincuenta personas que vieron transformadas sus vidas por el acto terrorista, entre sobrevivientes y familiares de las víctimas.
Entre los presentes había argentinos e israelíes y, según destacaron funcionarios del Gobierno, fue la primera vez que viene una comitiva de familiares y sobrevivientes desde Israel especialmente para reunirse con un presidente argentino.
“Finalmente comprendimos que no fue un atentado a la comunidad judía, sino contra todos los argentinos”, sostuvo el jefe de Estado durante el evento. “De aquel salvaje atentado han pasado muchos años, que no han hecho otra cosa que acumular dolor, frustración, desilusión, porque a pesar de lo que han batallado los sobrevivientes y familiares, seguimos sin tener culpables”, destacó el mandatario.
Desde la Secretaría de Derechos Humanos calificaron el encuentro como un “diálogo abierto” y marcado por la “sensibilidad”. Allí, Macri ratificó la vocación de su gobierno de “seguir trabajando juntos por la paz en la Argentina y en el mundo, y por la felicidad de todos”.
Por su parte, Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos, aseveró que “el terrorismo fundamentalista internacional violó nuestra soberanía, provocando muerte, dolor y daño a civiles e inocentes”. Y agregó: “Nuestro compromiso hoy es con la memoria, por la lucha contra la impunidad y por construir una sociedad basada en los valores del respeto a la vida y a la libertad.