La última vez que habían hablado Mauricio Macri y el diputado Sergio Massa fue el 6 de febrero, cuando compartieron un acto en Jujuy. El acuerdo de gobernabilidad entre las dos fuerzas se había sostenido hasta entonces y los enojos de parte del oficialismo por el protagonismo que le dio el Presidente al tigrense y por las condiciones que pedía para garantizar leyes claves aún no habían aparecido.
Los tironeos avanzaron cuando el Frente Renovador le provocó el primer traspié legislativo al Gobierno al no apoyar el decreto que elevó el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, y se acrecentaron con las negociaciones de la ley cerrojo y la de pago soberano que Massa pidió modificar (consiguió cambiar 17 de 20 artículos).
Durante estos desencuentros, Macri y Massa no hablaron. Pero finalmente el acompañamiento del massismo en las leyes claves hizo que ambos ratificaran el pacto de gobernabilidad. Fue el Presidente (él mismo acusó al diputado de privilegiar “demasiado el corto plazo y el protagonismo personal”) quien volvió a acercar posiciones. El miércoles por la mañana, al finalizar la maratónica sesión, el tigrense recibió un mensaje por chat de Macri en el que lo felicitaba y le agradecía el acompañamiento. Massa le había otorgado el quórum para que la sesión inicie y luego le aportó 20 de los 23 diputados de su bloque.
El diputado le aseguró que seguirían avanzando en los temas en que coincidían, pero que marcarían diferencias en otros ejes planteados en su campaña y que el Gobierno aún no toma como bandera. Massa mantiene buenos vínculos con varios dirigentes macristas y conserva viejos enojos con otros.
Uno de sus principales oponentes es el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, con quien se conoce desde la juventud de la UCeDé. La rivalidad data de hace tiempo y Monzó no olvida que en las elecciones de 2013, cuando Macri apoyó a Massa en la pelea contra el kirchnerismo, el diputado no le dio espacio en sus listas.
El último enojo del dirigente macrista incluye a un tercero en la disputa: María Eugenia Vidal. La gobernadora tiene mejor diálogo con el líder del Frente Renovador. Incluso, en la negociación de los cargos de la Legislatura bonaerense, Vidal acordó con Massa cederle la presidencia de la Cámara de Diputados a Jorge Sarghini, y los hombres de Monzó se quedaron sin el cargo. Desde las elecciones, la gobernadora y Massa comieron dos veces, hablaron por teléfono cuatro veces e intercambiaron chats unas diez veces. La última conversación fue luego de que en el Senado bonerense el massismo amenazara con romper el acuerdo por perder espacios en comisiones. Ambos minimizaron la pelea y acordaron que el Frente Renovador acompañaría la emergencia en infraestructura votada el miércoles.
“Terminamos con el aislamiento”
El presidente Mauricio Macri celebró ayer los cien días de su administración y decidió destacar como lo más novedoso las reuniones bilaterales que mantuvo o mantendrá con mandatarios extranjeros. “Argentina volvió al mundo”, concluyó el Presidente a través de su cuenta de Facebook, donde subió un texto y una foto con el presidente de Francia, François Hollande. Con la etiqueta #100días, Macri escribió un breve texto que tituló: “Terminamos con el aislamiento”. Y continuó: “Durante la campaña dijimos que queríamos empezar una nueva época en nuestra relación con el mundo, dialogar con todos los países y encontrar puntos en común que ayuden a desarrollarnos. En estos primeros 100 días y luego de varios años, visitaron el país el presidente de Francia, François Hollande, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi y en los próximos días nos visitará Barack Obama”. Sin embargo, el ingeniero no hizo mención a cuestiones locales a la hora de analizar los cien días desde que asumió la presidencia de la Nación.
Lavagna, silencioso
El principal asesor económico del Frente Renovador, Roberto Lavagna, se mantuvo al margen de la discusión parlamentaria por la derogación de la ley cerrojo y la de pago soberano. “Lavagna no hablaba porque estaba seguro de que el proyecto como estaba no se podía votar. Si decía lo que tenía que decir, quedábamos condicionados a no poder avanzar con este proyecto”, reconocen en el Frente Renovador sobre la posición del economista. Aunque mantuvo el silencio, Lavagna participó de la discusión del FR. Al final de cada día de debate, Massa, José Manuel de La Sota y Lavagna recibían un paper con sugerencias para cambiar el proyecto sobre las cuales el economista daba su opinión, con la que logró torcer parte de la norma.