POLITICA
Espionaje ilegal

El macrismo debatía cómo responderle a CFK pero la expropiación de Vicentín alteró los planes

La estrategia del silencio del ex presidente sigue intacta. Pero después de la filtración de espionaje a periodistas y las declaraciones de la vice se discutió cómo retrucar. El anuncio de Alberto cambió la agenda.

Mauricio Macri-20200609
Mauricio Macri | NA-instagram

El silencio es salud. Casi como si fuese un manual sacado del slogan publicitario, Mauricio Macri y su entorno están convencidos de que el mejor escenario que puede tener es el de mantenerse callado, en lo que llaman “un silencio responsable”. Sin embargo, los casos de espionaje ilegal, la filtración de fichas de periodistas acreditados al G20 y las fuertes declaraciones de Cristina Kirchner yendo al juzgado de Lomas de Zamora puso en tensión esa estrategia: el macrismo se preparaba para subirse al ring y responder pero el anuncio de expropiación de Vicentín obligó a cambiar la agenda. El desafío que se planteaban era cómo hacerlo sin caer en “el juego mediático” al que saben que no les conviene entrar y sin que pareciera Macri respondiendo. La conferencia de prensa de Alberto Fernández dejó el tema en segundo plano.

"No tenemos tantos voceros. Mauricio, Horacio, Vidal, Marcos... nadie sale a hablar abiertamente de estos temas. Está Patricia, pero habla de todo", reconocen en el macrismo. Son los dilemas de la estrategia del silencio. Esta semana ya hubo una primera respuesta, con un comunicado del PRO respondiendo a la frase de Santiago Cafiero respecto a lo “catastrófico” que hubiese sido si la pandemia ocurría con Macri en el poder. Allí era una discusión en retórica política. En este caso, implicaba responderle directamente a Cristina Kirchner en medio de acusaciones de espionaje ilegal de la Agencia de Inteligencia durante el gobierno macrista. Otro rival, otro ring. El silencio no era fácil: la vicepresidenta habló de que "la AFI que dependía de forma directa de Macri utilizó narcotraficantes para realizar atentados a funcionarios de su propio gobierno". Y la respuesta no podía recaer solamente en los voceros oficiales como Patricia Bullrich o Miguel Pichetto.

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Cerca de Macri aseguran que nunca se llegó a pensar en un comunicado, pero sí reconocen que se planteó "salir a contar la realidad". ¿Cuál es esa realidad según ellos? "Se está ante una persecución político-judicial para garantizar impunidad y tapar la economía". ¿Cómo? “Con causas empujadas especialmente por Cristina en redes sociales y transformándose en querellante, y con Cafiero saliendo casi al mismo tiempo a intentar subirlo al ring, sumado a la embestida contra la ‘mesa judicial’”. “No van a lograr subirlo al ring”, desafían desde el PRO. 

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En el búnker macrista también se barajó la posibilidad de que fueran Gustavo Arribas y Silvia Majdalani los encargados de salir a hablar y dar las primeras explicaciones. Pero se decidió que todavía falta para eso. "Mauricio los protege al negro y la turca, todavía se ve lejano el momento de tener que elegir", sostiene una fuente. “Hablarán cuando tengan acceso al expediente. El objetivo no es entrar en la disputa mediática”, coincide otra voz cercana a Macri consultada. Hasta ahora, la única respuesta fue jurídica, a través de un escrito presentado por Arribas en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi (lleva una de las causas) negando responsabilidad en los hechos que se investigan. “Con la causa leída se van a explayar y presentarán lo que se solicite”, agregan.

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Mientras tanto, para Macri y su equipo las denuncias sobre espionaje ilegal a dirigentes, sindicalistas, periodistas y otras personalidades son parte de un "circo mediático", montado con el objetivo de "desviar la atención de la opinión pública". “El está tranquilo porque nunca ordenó ni pidió espiar a nadie”, afirma una fuente. "Es todo un delirio, mirá si a Mauricio va a mandar a espiar a Horacio o le iba a interesar lo que decían algunos de los que están esa lista", agrega otra. Y aclara: “Y si lo citan está dispuesto a declarar”. “No ve nada demasiado potente. Pero con los K no hace falta, te pueden arrastrar por el barro igual, está viendo qué es lo que pasa. Por ahora hay mucho ruido”, suma una tercera.

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Mientras tanto, hay coincidencia en esperar para ver qué material hay. Hacia afuera le restan importancia, pero siguen alertas a lo que pueda seguir apareciendo. Sobre las más de 400 fichas de periodistas evaluaron dar una respuesta “institucional”, explicando el protocolo. Pero también quedó tapado por el caso Vicentín. Si las pruebas se confirman y las causas avanzan (la de Lomas es la que miran con más cautela) la excusa del “ataque político” no será suficiente y el debate sobre cómo responder se reflotará. Curiosidades de la política argentina, las apelaciones a un "ataque político-judicial" o a un "circo mediático" también eran típicas del kirchnerismo cuando desfilaba por los tribunales. Hoy son parte del discurso macrista.