“Tenés la escuela aeronáutica, tenés el museo y acá se hacen horas civiles de vuelo”. Mientras habla, María Eugenia Vidal señala con el dedo hacia la dirección donde se encuentra cada actividad que enumera ante el periodista Alejandro Fantino. Se encuentran en la Base de la Fuerza Áerea Argentina, en Morón el hogar de la gobernadora desde 2016, el lugar en el que vive por las amenazas recibidas.
En una recorrida al edificio de la Base, inaugurado en 1948 y que funcionó como un aeropuerto internacional, el conductor de Animales Sueltos quiso saber las razones que la impulsaron a elegir tal lugar de exposición pública. “Porque siento que vale la pena, porque es mi vocación, servir porque sé que eso cuesta mucho y que uno tiene que hacer muchos sacrificios por esto”, señaló Vidal.
“Vivir en una base militar no es lo que me imaginé de chica, no es lo que soñaba, pero fue necesario para poder hacer mi trabajo tranquila y cumplir con ese voto valiente de los bonaerenses que me pidieron a mí que sea valiente también”, aseguró la gobernadora. “Si la gente me sigue eligiendo -añadió-, me voy a quedar acá hasta terminar el segundo mandato y si no, hasta el 10 de diciembre”.
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"Yo lo veo como una etapa de servicio al otro que me va a generar incomodidad, que me va a generar costos, pero que elijo: yo elegí ser gobernadora y con ser gobernadora, viene todo lo demás. Y elegí pelearme con la policía corrupta, pelearme con los narcos, elegí pelearme con el juego y eso me trajo acá”.
“Otros políticos habrán elegido vivir en un country o en una casa con las capacidades”, dice la referente del PRO. Sin decirlo, se refiere, al menos, a su predecesor, Daniel Scioli, que ocupó -durante su gobernación- una lujosa residencia en Villa La Ñata, donde aún vive. “Yo vivía en una casa de barrio, con una verja de la que se veía mi comedor y mi cocina”, remarcó en alusión a su domicilio en Castelar, donde siguió viviendo pese a haber sido electa al frente de la Provincia y del que debió mudarse luego de llamados intimidatorios y el hallazgo de un cartucho de escopeta.
“Me dejaron una bala en el garage de mi casa, cuando yo no había cumplido tres meses de gobierno, entraron a mi oficina de noche y abrieron la puerta impunemente, revolvieron todos los papeles”, detalla. Sobre el hallazgo de la bala indica que, además, en el momento en el que colocaron el proyectil, “justo los policías que debían custodiar mi casa, no estaban, se habían ido, nunca se terminó de esclarecer”.
“Hubo hechos concretos. No es que yo me vine a vivir acá porque exagero, yo me metí con gente que perdió muchos negocios. A penas llegué decidí no abrir un bingo que estaba listo para abrir en frente de una de las zonas más pobres de la Provincia que es La Salada, y ese bingo iba a facturar millones”, remarcó. “Cuando tocas los negocios de la gente que durante, casi 30 años, se sintió impune, eso tiene un costo”, añadió.
Otra de las razones por las que Vidal se mudó a la Base Área fue la cuestión escolar de sus hijos. “Podría haberme ido a la residencia de los gobernadores en La Plata, pero elegí no irme porque tendría que haber cambiado a los tres de colegio, en ese momento”. “Les tenía que preservar un ámbito para ellos”, explicó. “Trató que tengan la vida lo más normal posible”. Semanas atrás, una de sus hijas fue blanco de una fake news por el que gobernadora apuntó al líder de La Campora, Máximo Kirchner, en una entrevista en la que habló de "campaña sucia".
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Por último, Vidal habló del poder: “No es un fin, es una herramienta. Cuando el poder se convierte en un fin en sí mismo, ahí tenés un problema”. “Y el poder no es tuyo -sigue-. No es mío ni de (Mauricio) Macri. Porque cada cuatro años, en realidad cada dos, la gente vuelve a elegir. Tiene esa enorme libertad de entrar en un cuarto oscuro y votar a quién quiera".
"El que se cree que la gente lo vota a uno, se equivoca. Y eso le pasa mucho a los políticos, creerse que el poder es de ellos. El poder te lo da la gente y en ese voto lo que están diciendo es “che, resolveme los problemas que tengo, por cuatro años y voy a ver si después te sigo votando y voy a ver si después te sigo eligiendo. Es casi como si tuvieras una entrevista de trabajo con 17 millones de personas. Ellos dicen: “bueno, vamos a darle una oportunidad a esta mujer a ver si hace bien su trabajo", concluyó la funcionaria que busca ser reelecta en las próximas elecciones.
CDL/H.B.