“¿Así que ustedes andan regalando plata?”. El presidente Mauricio Macri, con ironía, planteaba, delante de parte de sus funcionarios más cercanos, su visión sobre el lanzamiento del boleto estudiantil gratuito que había anunciado María Eugenia Vidal. Delante de él, tras haber jugado el “picadito” en Olivos, lo escuchaba Hernán Lacunza, el ministro de Economía bonaerense. Era el Día del Amigo y se había organizado una cena tras el partido.
La chicana de Macri no fue inocente: la agenda paralela que comenzó a construir la gobernadora bonaerense ya conllevó quejas, solapadas, en la Casa Rosada, tanto en el primer piso, donde tiene su oficina el jefe de Gabinete, Marcos Peña, como en la planta baja, donde trabajan los funcionarios del Ministerio del Interior.
“Mientras estábamos defendiendo los tarifazos, ella anunciaba un boleto estudiantil gratuito”, se queja uno de los funcionarios de peso de la Casa Rosada. Otros agregan el disgusto que les provoca el acuerdo que armó la gobernadora con Sergio Massa para manejar la Cámara de Diputados de la Provincia y aducen que esa caja de más de $ 2.400 millones será vital para el Frente Renovador.
La relación entre Peña y Vidal es cordial. Pero, detrás de las sonrisas mutuas, se esconde el futuro del PRO: son los dos más claros posibles sucesores de Macri. Acaso por ello, el jefe de Gabinete y la gobernadora bonaerense estuvieron juntos en el primer timbreo nacional del PRO hace algunas semanas. Hoy la única estrategia política del PRO para 2017 son los timbreos.
Desde que asumió, Vidal arma su propia agenda de temas y recorridas con la idea de realizar en los últimos meses, al menos, un anuncio fuerte por semana. Junto a Federico Salvai (ministro de Gobierno), Federico Suárez (Comunicación), Mariano Mohadeb (Medios) y Fabián Perechodnik (secretario general), revisan y escogen qué comunicar y cómo será la semana. Incluso, después arman un compilado en video que suben a las redes sociales. Por caso, el plan contra la violencia de género, la agenda social o la de lucha contra la inseguridad.
Por lo pronto, la semana que viene en la Gobernación se preparan para otro anuncio que tiene entusiasmada a Vidal: el plan de obras públicas para los próximos ocho años, que incluye las hídricas para mitigar las inundaciones. Mientras termina de ordenar su nueva casa en la base aérea de Morón, la gobernadora sigue buscando poner su impronta a la gestión, una enseñanza de sus veinte años trabajando de la mano de Horacio Rodríguez Larreta.