El expresidente Mauricio Macri presenta su nuevo libro "Primer Tiempo" y ya se conocieron algunos fragmentos controvertidos. Dedica algunas páginas al escándalo del espionaje ilegal, la AFI, la designación de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, ambos procesados en la causa que tramita en Lomas de Zamora.
Por qué designó a Gustavo Arribas
"La Agencia Federal de Inteligencia es otro de esos lugares donde resulta difícil elegir a quién poner a cargo, porque hay poca gente con experiencia en inteligencia en la Argentina. No hay una escuela de jefes de espías. Políticos con experiencia me dijeron que los requisitos para acertar con la designación del jefe de la AFI eran dos: que fuera una persona inteligente y, sobre todo, que fuera de extrema confianza", escribió.
Luego agregó: "Mi amigo Gustavo Arribas, abogado y escribano, reunía esos dos requisitos. En ese momento Gustavo vivía en Brasil, y cuando lo convoqué, le mentí, piadosamente: le dije que lo necesitaba para intervenir la Asociación del Fútbol Argentino. Cuando llegó a Buenos Aires, le aclaré: 'Me equivoqué por una letra. no te quiero para la AFA, te quiero para la AFI'", comenzó en su relato Macri.
Y continuó: "'El Negro', que es un hombre valiente, aceptó. Se puso a estudiar y a hablar con toda la gente que tenía que hablar y lo cierto es que terminamos con una AFI respetada y reconocida a nivel mundial, un cambio impresionante con respecto a la situación anterior, en la que la vieja SIDE había mirado muy hacia adentro y había estado demasiado cerca de la política y los políticos. Cuando terminó la gestión de Arribas, la AFI tenía una relación de espejo y respeto con los principales servicios de inteligencia del mundo, como el Mossad, el MI6 y las principales agencias de los países latinoamericanos. No sé si en algún momento anterior la inteligencia argentina había sido tan respetada internacionalmente", sostuvo.
La AFI y el G20
Su trabajo en la organización de la cumbre del G-20, a fines de 2018, fue excelente. Y sus agentes estuvieron detrás de muchos de los éxitos que tuvimos en cuestiones de lavado de dinero, crimen organizado y narcotráfico, suministrando la información necesaria para agarrar a los pescados gordos y desmantelando un avance del narcotráfico que estaba poniendo en riesgo nuestra convivencia".
Vale recordar que dicho operativo en el G-20 que elogió Macri es uno de los disparadores del escándalo de espionaje a periodistas y políticos por dicho evento, investigado por la Justicia actualmente.
Macri también aseguró que "en esas operaciones la AFI tiene, inevitablemente, relación con los jueces, porque no puede hacer nada sin autorización judicial. No sé cómo era antes de nuestra llegada, pero en los años que estuvimos nosotros jamás la AFI movió un dedo sin autorización o pedido de los jueces a cargo. Esto es difícil de mostrar y de demostrar, porque requiere probar no que hicimos algo correcto, sino probar que uno dejó de meterse en lugares que no le corresponden".
La versión sobre espionaje ilegal en el macrismo
"¿Cómo se prueba, en un área con tanto material confidencial como la AFI, que uno no opera en la Justicia ni espía opositores ni usa a los espías en beneficio del gobierno? Es muy difícil, y por eso, en un país acostumbrado a dudar de la inteligencia, las sospechas continuaron, sin que pudiéramos hacer demasiado al respecto. Pero quiero que quede bien en claro: mi instrucción a Gustavo fue profesionalizar la AFI, llevarla a los estándares internacionales y colaborar en las investigaciones de los jueces y fuerzas federales", afirmó.
Según Macri, esa orden se cumplió: "Esa instrucción la cumplió con creces. Además, hubo un gran recambio generacional en la AFI de esos años: se fueron agentes históricos, poco entrenados para los desafíos contemporáneos de la inteligencia, y entró mucha gente joven, más preparada para estudiar delitos económicos y aprovechar la tecnología para atacar las redes mafiosas a través de los movimientos de dinero"
Los supuestos "carpetazos"
Macri aseguró que nunca le ofrecieron información por izquierda o carpetazos de políticos o periodistas. "Por otra parte, nunca tuve siquiera un atisbo de que la AFI además estuviera haciendo otras cosas por su cuenta. Jamás, por ejemplo, recibí una carpeta de nadie, jamás me fue ofrecido un servicio sospechoso y nadie vino a quejarse de agentes que estuvieran traspasando los límites de su función. Eso no impide que, si existieron entre el personal ya existente en la agencia empleados con agenda y kioscos propios, muy en la línea de la historia oscura del organismo, no fueron conocidos durante la gestión".
El extraño consejo sobre Majdalani
Por último, destacó la llegada de Majdalani a la AFI, a quien describió como víctima de "todos los ataques contra la AFI". Y bancó a su amigo Arribas por la causa de Odebrecht en la que fue sobreseído: "El Negro afrontó todo esto siempre con mucha serenidad, a pesar de que poco después de llegar tuvo que aguantar estar varios días en las tapas de los diarios por una débil denuncia por supuesta corrupción, que llegaba al punto delirante de involucrarlo con el caso Odebrecht y la licitación del soterramiento del Sarmiento. Aunque la denuncia estaba basada en casualidades y especulaciones, Arribas tuvo que aprender a lidiar con estos temas, una novedad absoluta para él. También tuvo que aprender a lidiar con los enemigos de Silvia Majdalani, a quien el primer día se la recomendé, por pedido de Gabi Michetti, para que fuera su número dos. Pero le aclaré: 'esto te lo digo a vos como se lo digo a todos los ministros. Yo te puedo recomendar gente o pedirte que le hagas un lugar a alguien. Pero es tu equipo. Si Silvia no te va, por la razón que sea, dentro de diez minutos o dentro de diez meses, la podés sacar cuando quieras'. Y a pesar de todos los ataques contra Silvia -todos los ataques a la AFI eran ataques contra Silvia-, Gustavo sintió que ella trabajaba bien. No la conocía y no la había elegido, pero la vio trabajar y la sostuvo".
J.D. / Edición: MC