El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, revisa su estrategia judicial y consulta penalistas para fortalecer su defensa ante el juez federal Claudio Bonadío. La decisión se tomó la semana pasada, luego de que anunciara su renuncia indeclinable a sus cargos en el Partido Justicialista, y le respondiera a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que los reclamos gremiales no son “extorsiones”.
El dirigente envió a su hijo Facundo y a su penalista de confianza, el ex juez Daniel Llermanos, a encabezar una ronda de consultas por los despachos de asesores, abogados amigos y penalistas para pedir recomendaciones, fortalecer la estrategia judicial y sumar letrados a su defensa. Teme lo peor: que lo llamen a indagatoria.
La nota completa, en la edición de hoy del Diario Perfil.