La reciente captura del “Chapo” Guzmán, líder del cártel de narcotráfico de Sinaloa, uno de los más poderosos y sanguinarios de México, tiene un punto en común con los prófugos más buscados en Argentina: Los hermanos Martín y Christian Lanatta y Víctor Schillaci.
El nexo es ni más ni menos que el Triple Crimen de General Rodríguez, y se establece a Dámaso López, su ahijado y uno de los herederos del cartel de Sinaloa, como vínculo conector.
En 2008, Dámaso López habría estado en la Argentina según la declaración de un testigo de identidad reservada a PERFIL y hasta habría tenido vinculación con una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez, en el que fueron ejecutados tres empresarios argentinos, dedicados al negocio de la efedrina.
“El Mini Lic”, como se lo apoda a López, se habría reunido en Puerto Madero con Sebastián Forza. Ese año, el Consulado de México en Buenos Aires había elevado un informe sobre la presencia de células de Sinaloa en el país.
En junio de 2011, Edgardo Buscaglia, asesor de la ONU en crimen organizado, recorrió el país y confirmó que el grupo tendió redes en Misiones, Formosa y Chaco.
Joaquín “Chapo” Guzmán Loera fue reapresado hoy en la ciudad de Los Mochis, al noroeste del país, luego de que las fuerzas de seguridad se enfrentaran en un cruento tiroteo con parte de su custodia. El delincuente se había fugado en julio de 2014 a través de un túnel de 1,5 km de largo de un penal de máxima seguridad cerca de Ciudad de México.