No sólo Cristina Kirchner tiene una oficina en el Instituto Patria, la fundación que inauguró para hacer política desde el llano. También sus ex funcionarios ocupan las instalaciones y algunos legisladores la acompañan en las reuniones que encabeza en el edificio. Otros tendrán un lugar pronto, según pudo reconstruir PERFIL.
En la planta baja, la fundación kirchnerista alberga a Oscar Parrilli, el ex jefe de los espías y ex secretario general de la Presidencia. En el mismo nivel hay un auditorio para 200 personas, donde se realizaron dos de las reuniones que encabezó CFK. Y más atrás una oficina que se usa para la comunicación, donde la apuesta más fuerte son las redes sociales.
El Instituto Patria ya tiene su cuenta de Twitter y Facebook. Y cada vez que hay un encuentro se suben las fotos y los videos al instante. Una de las encargadas de hacerlo es Ana Montanaro, que maneja también la antigua cuenta de la Casa Rosada.
En el Patria poseen oficinas la ex ministra de Cultura, Teresa Parodi, y la propia ex presidenta, Cristina Kirchner. Dicen que también circula por allí el ex ministro de Economía y actual diputado, Axel Kicillof. Pero en su caso no tiene oficina.
El lugar está decorado con fotos que tenía antes la ex presidenta en su despacho de la Casa Rosada. Tendrá su oficina allí el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los operadores más activos del “cristinismo” en la provincia de Buenos Aires.
Las instalaciones son alquiladas por la ex presidenta. En algún momento circuló una versión que indicaba que se le habían pedido a distintos políticos y empresarios donaciones para solventar los gastos.
Otro de los hombres clave del Instituto Patria es Carlos Zannini, el ex secretario de Legal y Técnica. Aunque hasta ahora no estuvo presente en ninguno de los encuentros. El ex funcionario tiene hoy un cargo como directivo en el Banco de Santa Cruz, la provincia que gobierna Alicia Kirchner.
Estrategia. La idea es que cada vez que vuelva a Buenos Aires, Cristina Kirchner use esas oficinas para sus mitines políticos. Hará base allí para la construcción del “frente ciudadano”, para el que convocó a varios dirigentes durante su discurso en las afueras de los tribunales de Comodoro Py. Su estrategia es que el armado se extienda más allá de La Cámpora, la agrupación que conduce su hijo Máximo.
En la organización juvenil están conformes con la convocatoria a legisladores y dirigentes gremiales durante la estancia de CFK en Buenos Aires. Y confían en que habrá más resultados una vez que se consolide su regreso a la política. Sin embargo, ex dirigentes kirchneristas no son tan optimistas.
Incluso algunos que participaron de las reuniones afirmaron que lo hicieron por “respeto” pero aclararon que no coinciden con su estrategia política. Por ahora pocos se animan a decirlo en público. Como Alejandro Granados, el intendente de Ezeiza.
