POLITICA
LESA HUMANIDAD

Cómo mataron a la madre de Eduardo "Wado" de Pedro

Lucila Révora fue asesinada y secuestrada en medio de un operativo. Estaba embarazada de ocho meses y en sus brazos cargaba a precandidato a presidente, que tenía casi dos años. Los detalles fueron revelados por un exgendarme en un juicio.

Wado de Pedro y su madre
Wado de Pedro y su madre | CEDOC-PERFIL

Aquel 11 de octubre de 1978 faltaba justo un mes para que Eduardo Enrique De Pedro, precandidato  a presidente por el frente Unión por la patria, cumpliera dos años. "Wado" estaba en los brazos de su mamá, Lucila Révora, embarazada de ocho meses, cuando la "paz" se alteró por los golpes y gritos de policías, militares y otros integrantes de la Central de Reunión del Batallón de Inteligencia 601 que irrumpieron con toda su fuerza en la casita del fondo de la calle Belén 335. 

El objetivo del operativo era Lucila. Querían dar con ella, llevársela. Ella era psicoanalista e integrante de MontonerosEl ambiente se tornó terrorífico. Toda la fuerza represiva de la Dictadura Cívico Militar y su aparato terrorista tomaron control de la escena.

Según pudo reconstruir la Justicia, adentro de la casa se habría producido un enfrentamiento armado que terminó con una persona muerta, pero no se pudo establecer qué pasó con Révora, si falleció en el lugar o tiempo después. Solo que su cuerpo fue trasladado de allí, a unas pocas cuadras, al Centro Clandestino de Detención El Olimpo. 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Juan Manzur, compañero de fórmula de Wado de Pedro

Cuando cuenta su historia, el actual ministro del Interior no deja de lado una escena tan dolorosa como tierna. "En 1978 asesinan y secuestran o secuestran y asesinan el cuerpo de mi madre embarazada de ocho meses. Se produce un tiroteo en la casa donde vivíamos y me salvé porque ella me coloca en la bañera y se pone con su cuerpo encima, me refugia", recuerda. 

A la mamá de Wado De Pedro, "la quemaron en un tacho"

Ese gesto, amoroso y desesperado, es el que salvó la vida del pequeño "Wado", que no paraba de llorar. Casi como si ese hijo de la generación diezmada supiera que el aparato represor del Estado le arrebataba a su madre para siempre, tal como había pasado con su papá Enrique Osvaldo cuando apenas tenía cinco meses. 

Aquel día, los militares que llevaron a cabo el operativo dejaron al niño en la casa de vecinos de la zona. A Lucila se la llevaron al Olimpo, donde testigos recuerdan que fue rematada dentro de un tambor. 

"A ella la quemaron en un tacho de 200 litros, uno de combustible. Le pusieron cubiertas, gasoil y la quemaron. Estaba embarazada en estado avanzado y mientras la quemaban le tiraban tiros para agujerear el tambor con una pistola tipo ametralladora con silenciador", recordó el testigo Omar Torres, un exgendarme que realizó guardias en el Olimpo, durante el juicio ABO V, que transmite La Retaguardia con Radio Presente. 

Courel: "En la Plaza de Mayo nadie cantó por Massa, Kicillof ni Wado"

"Ese día yo estaba de guardia", respondió cuando el juez Jorge Gorini le preguntó cómo accedió a esa versión de los hechos. 

Wado de Pedro
Wado de Pedro, ministro del Interior y uno de los candidatos que se barajan para la sucesión oficialista.

Y al cabo de unos minutos identificó a "Wado". Dijo que "había un chico de cuatro o cinco años que gritaba, lo tenía debajo del brazo, era De Pedro. Lloraba desconsoladamente, gritaba, no había forma de pararlo. Era el hijo que se había salvado de casualidad en el enfrentamiento este".

"Wado" y la reconstrucción de su identidad

Después de ese día de terror, los militares volvieron al barrio porteño en busca del pequeño Eduardo. Se lo sacaron a los vecinos que lo custodiaban y se lo llevaron. En las entrevistas donde reconstruye su historia, recuerda que "seguramente de ahí a mí me secuestran. Estuve apropiado por alguna familia de militares por algunos meses. Por gestiones familiares, me devuelven". 

Para él, "es un hecho más de los miles de hechos que pasaron en la dictadura donde se vivió mal". 

Cuando "Wado" tenía 20, allá por 1996, estaba en pleno proceso de reconstrucción de su historia, de su identidad. Es por eso que decidió volver a aquella casa del barrio de Floresta, tocar la puerta y volver a ese lugar. "Ese año fui a la casa donde vivíamos, le toqué el timbre a la vecina y me dejó pasar a la casita del fondo. Está el baño con los tiros todavía, la puerta. Fue muy duro ver eso", manifestó. 

Eduardo "Wado" de Pedro, el elegido de Cristina Kirchner para competir en la interna de Unión por la Patria

Aquellos años fueron el punto de partida de una lucha tan personal como colectiva, que lo llevó del dolor a la calidez de sus compañeros y compañeras de la agrupación HIJOS y después a los brazos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. 

"Cuando me vine a Buenos Aires a estudiar pude ver el surgimiento de HIJOS en el 95'. No lo tenía dimensionado como una actividad política, sino dentro de las necesidades personales, la intención de compartir con otras personas, con otros pibes y otras pibas que habían perdido a sus padres", contó en el documental Memoria en Primera Persona realizado por estudiantes de la Universidad Nacional de las Artes (UNA).

El encuentro de Wado De Pedro y el pedido de perdón de la hija del asesino de su madre 

Hace poco, De Pedro contó en una entrevista en Infobae algo que definió como "una experiencia muy linda". 

"Estaba caminando por la calle Las Heras, me para una chica y me dice: 'Vos sos Wado, ¿no?', le digo que sí y ella dice: 'Soy hija de un militar', me dice el nombre, que justamente es uno de los militares que asesinaron a mi madre. Me aclara: 'Soy la hija de', me quedé en shock. Me dice 'Quedate tranquilo, te quiero pedir perdón, porque yo tengo a mi padre en la cárcel, lo puedo ir a visitar, pude pasar las fiestas con él y sé que vos no'", relató.

El actual ministro del Interior y precandidato a presidente por Unión por la Patria, terminó con una frase, convencido: "Por supuesto que creo en el perdón".

AS/fl CP