Marcelo Paolini, excombatiente de Malvinas, fue cesanteado el día de ayer luego de un proceso de veinte años que comenzó cuando denunció al juez federal Carlos Branca y a la poderosa mafia conocida como la “Aduana Paralela”. El sumario administrativo N° 324/02 se basa en la causa “Marcelo Paolini/su denuncia” que termina ahora con la salida del propio denunciante.
Es difícil ser honesto y sobrevivir en la Aduana de nuestro país. Desde la vieja colonia, Buenos Aires era dominada por un grupo conocido como “la pandilla del barranco”. Se trataba de una banda que comerciaba ilegalmente con los piratas ingleses rompiendo el monopolio comercial español. Con faroles, desde el barranco del actual Parque Lezama, orientaban a los barcos extranjeros que llegaban con telas de las fábricas de Manchester y utensilios manufacturados en Liverpool. La Aduana de Buenos Aires fue y es el gran colador que contribuyó a la decadencia económica de nuestro país.
Juan José Gómez Centurión fue despedido por falsas acusaciones cuando intentaba desentrañar la madeja de corrupción aduanera. Los responsables no saben cómo enmendar la situación y las mafias como terminar de hundirlo.
Todos los funcionarios denunciados por Marcelo Paolini siguen trabajando en la Aduana, como si nada hubiera ocurrido y el juez Carlos Branca, que vimos en Telenoche Investiga reconociendo su participación en los delitos, fue absuelto. Nada cambió de la Aduana colonial o la “paralela”. Siguen los mismos, es la misma.
Los denunciantes exonerados y los delincuentes operando. Los dos excombatientes podrán verificar en carne propia que la lucha en el continente es más cruel que en la propias islas. Las actuales autoridades de la Aduana esperaron la salida de Gómez Centurión para dar a conocer el despido del veterano de guerra Marcelo Paolini, que mantenían en guardado desde tiempo.
Luego de presentar su denuncia en 1996 contra todo el sistema aduanero argentino, Marcelo Paolini colaboró con la Comisión Investigadora de delitos aduaneros de la Cámara de Diputados de la Nación, presidida por el entonces ignoto diputado Mario Das Neves. La asesoría del veterano de Malvinas llevó a esa comisión a realizar innumerables mega operativos desbaratando numerosos ilícitos que la prensa reflejó en su momento. Pasados los efectos narcóticos del flash televisivo, los diputados olvidaron a Marcelo Paolini hasta el día de ayer cuando fue despedido.
Contra lo que algunos medios reflejaron en su momento, Marcelo Paolini no fue “un arrepentido” sino un funcionario honesto que realizó su tarea como corresponde a un hombre de bien. Para algunos esa actitud, como la de Juan José Gómez Centurión, es inédita, pero tengo la convicción que son muchos los funcionarios del Estado que defienden el interés nacional.
Las denuncias que realizó Marcelo Paolini en los años ´90 desbarataron la Aduana Paralela. Quien quiera conocer la historia puede hacerlo. Su denuncia fue sin duda la más completa que pudo haberse realizado en la historia aduanera argentina. Los jueces que vieron su caso no pudieron ignorar la honestidad de este funcionario.
Los cipayos, los agentes comerciales porteños, cómplices del gran capital especulativo siguen dominado el comercio exterior. Pronto llegará el día en que la sociedad pida perdón a Juan José Gómez Centurión y a Marcelo Paolini. Deberemos condecorados nuevamente, ya no por haber luchado en las Malvinas contra los ingleses, sino por haber combatido contra sus cómplices locales que son más peligrosos; éstos no llevan armas ni uniforme militar, sólo saco y corbata.
(*) Periodista, Coordinador de Patria Grande Cultural. Fundador del INADI.