Ninguno de los dos está dispuesto a ceder. No es el mejor escenario, pero no planifican cambios. Alberto Fernández no pone en duda a Sabina Frederic y Axel Kicillof no se imagina corriendo a Sergio Berni. Aunque la ministra de Seguridad de la Nación y su par bonaerense no tienen diálogo, ambos seguirán en el cargo. Esto lo sostienen, incluso, si la pelea se recrudece aún más de lo que sucedió esta semana, cuando el bonaerense protagonizó una fuerte disputa con el secretario de Seguridad nacional.
La pugna con Berni no hizo otra cosa que fortalecer a una Frederic que llegó con miradas de desconfianza al Gobierno. Incluso, durante los primeros meses de la gestión, era una de las apuntadas, junto a María Eugenia Bielsa. “Tiene que ser menos antropóloga y más ministra de Seguridad”, admitían meses atrás en la Casa Rosada.
Esa etapa terminó cuando, en julio del año pasado, el ministro bonaerense pasó de cruzar a la funcionara en los medios a enfrentarse en persona. Kicillof sabe lo que es lidiar con los enojos de Berni desde entonces, ya que fue parte de esa reunión en la que tuvo que calmar al ministro.
El gobernador bonaerense no alteró su agenda del jueves, jornada en que la niña M apareció con vida después de tres días desde que Carlos Savanz se la había llevado. Se enteró de la pelea por los medios y prefirió ver al ministro recién el viernes por la mañana en la Casa de Gobierno de La Plata. Una vez más, el gobernador le pidió no volver a enfrentarse con los funcionarios nacionales.
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“Salí de acá, te voy a cagar a trompadas”, le había dicho el funcionario bonaerense a Eduardo Villalba el jueves cuando ingresó a la dependencia de la Policía Bonaerense adonde habían trasladado a M. Hubo empujones y debieron separarlos.
El enojo del gobernador no era solo con Berni. ¿Quién dio a conocer la pelea? En la Provincia miran al gobierno nacional.
Berni es Berni. El funcionario tiene el apoyo de la vicepresidenta Cristina Kirchner y del jefe provincial, pero se mueve con total independencia. Incluso sabiendo que lo que hace no le cae bien a ninguno de los dos.
Al momento de hablar de nombres para ocupar el Ministerio de Seguridad, ni CFK ni el gobernador encuentran alguien mejor. “Por algo le dicen ‘el Loco’ pero te desafío a que encuentres a alguien que se ponga al frente de los conflictos como hace Berni”, explican en la Provincia.
Berni siguió en el cargo, incluso cuando la Policía se levantó y rodeó la residencia del jefe provincial y del Presidente, y seguirá. Su puesto solo correrá riesgo cuando la vicepresidenta lo crea necesario. El ministro bonaerense sabe esto y, por eso, arremete contra Nación cada vez que ve la posibilidad, ya que asegura que desde la Casa Rosada se cansaron de pedir su renuncia.
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Frederic y Berni no hablan, algo que ni siquiera sucede con los ministros de provincias opositoras. La ministra de Seguridad no tardó en avisarle al Presidente lo sucedido con Berni y el jefe de Estado no tardó en ratificarla. Recibió llamadas de acompañamiento de distintos ministros y también se reunió con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Ayer, la visitó el titular de Turismo y Deportes, Matías Lammens, para una primera foto de respaldo. Hay un consenso dentro del gabinete para replicar esta movida.
Por la pelea, ni Frederic ni Berni pudieron hacer gala de una “resolución exitosa” del caso que mantuvo la atención de la ciudadanía durante tres días. Un duelo que ambos prometieron no volver a mantener aunque ya hay apuestas en el propio oficialismo sobre cuántos días durará esta vez la calma.