La medida anunciada el pasado miércoles no alcanzará a compensar el perjuicio que, para los asalariados, causa la falta de actualización por índices de inflación del mínimo no imponible, y mucho menos para los autónomos y jubilados que directamente quedaron fuera de la exención.
En el caso de un trabajador soltero con un salario bruto de $15.000, “la medida anunciada implicará un ahorro de $1.680. Esto es solo un tercio del ahorro que se hubiera producido si se establecía un incremento del 25% en las deducciones del impuesto”. Dice un informe de la Fundación Mediterránea (Ieral). Para el caso de un trabajador casado con dos hijos, el informe detalla que “el ahorro será de $1.430, equivalente a un 20% del monto que hubiera logrado con el ajuste en las deducciones al ritmo de la inflación”.