“A mí no me tiembla el pulso, no me enfermo, no tengo que ir al sanatorio”. En alusión a la internación que sufrió Alberto Fernández, el senador Miguel Pichetto, flamante candidato a vicepresidente por el oficialismo, mostró sus primeras cartas electorales ayer en un asado con el PRO peronismo.
Es más: anunció que saldrá de gira por el interior para recolectar “heridos” de otros frentes electorales y sumar desde partidos provinciales pasando por dirigentes independientes y, por supuesto, peronistas para fortalecer la reelección del presidente Mauricio Macri.
“Este es el comienzo para sumar más peronistas. Me están llamando compañeros de todos lados”, le dijo a unos 25 comensales del peronismo PRO encabezados por Cristian Ritondo (ministro de Seguridad bonaerense y candidato a diputado) y el vicejefe porteño Diego Santilli, los organizadores de un almuerzo en la Costanera porteña, en el restaurante “Los Platitos”.
Según las encuestas, Pichetto mejora las chances de Macri pero mantiene la polarización
Allí también estuvieron dos hombres clave del “ala política” del oficialismo. Se trata de dos amigos, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio y el titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, quien fue reivindicado por Pichetto cuando expresó: “siempre he valorado a Monzó, es un amigo y un activo muy importante para el Gobierno” (ver página 4). Ahora el candidato a vicepresidente del sello “Juntos por el Cambio” – que reemplazó a “Cambiemos”– avanzará en dos ejes. Por un lado, saldrá a militar en las provincias y por el otro se pondrá a tono con la campaña mediática que diagrama el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
En cuanto a la estrategia política, Pichetto y Frigerio saldrán de gira desde la semana que viene por las provincias peronistas y aquellas donde puedan sumar volumen electoral. En la agenda que preparan en la Casa Rosada aparecen Chaco y Entre Ríos, dos de las que están en manos de gobernadores peronistas “racionales”, según la óptica oficial. Además, también viajarán juntos a Río Negro – la provincia donde militó durante largos años– y Neuquén, ambas a cargo de partidos provinciales donde, creen en el macrismo, se puede sumar. También irá a Misiones y alguna otra provincia del Norte.
El objetivo es doble: además de reclutar dirigentes también “incitar” a que no lleven en sus boletas a la dupla Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
También en la agenda aparece Córdoba, donde el gobernador Juan Schiaretti mantiene una alianza que sostiene peronistas de distinto paladar. Allí habrá una charla para ver qué camino seguir ya que el “Gringo” no quiere romper el equilibrio de fuerzas que lo llevó a ganar por paliza su provincia.
Al senador y al ministro del Interior se podría sumar Monzó, quien por estas horas recuperó sus acciones como armador político. Paralelamente, la estrategia política de Pichetto supone salir a respaldar a los peronistas que encabezarán las boletas de diputados y senadores nacionales.
En la estrategia de comunicación, en la cumbre con Peña el jueves por la mañana, el senador estuvo con tres asesores. “Es un muy buen vocero y tiene su propia agenda de medios”, destacaron en Casa Rosada. La buena sintonía tuvo repercusión: Pichetto dijo ayer que Peña es “el hombre más importante del Gobierno”.
Asado y peronismo. Al mediodía de ayer, funcionarios, legisladores y dirigentes del PRO peronismo tuvieron su día de gloria. El almuerzo con Pichetto como invitado estelar les permitió ser el centro de la discusión política. El senador llegó solo, distendido, y habló de todo. Resaltó su viaje a Nueva York 45 días atrás y destacó: “El capitalismo es algo que ya no se discute a nivel mundial, aunque haya que hacerle algunos ajustes”.
La entrada, entre chorizos, provoleta, ensaladas y papas fritas, amenizaron los primeros minutos. Luego degustaron un bife de cuadril, la especialidad de “Los Platitos”. Todo con un malbec de bodega riojana.
“Hay que hacerle entender a la sociedad que el kirchnerismo está compuesto por estructuras autoritarias peligrosas”, les dijo a los “compañeros” del PRO.
Quién es Miguel Ángel Pichetto, el peronista de las mil caras
Lo escuchaba desde el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, hasta el secretario de Medio Ambiente, Sergio Bergman, junto a medio gabinete de María Eugenia Vidal: el jefe de Gabinete, Federico Salvai, y varios ministros. También fueron los intendentes Julio Garro (La Plata) y Martiniano Molina (Quilmes). Pichetto adelantó, además, que se reunirá la semana que viene con Horacio Rodríguez Larreta (quien llegó para el postre) y con Vidal.
Y aprovechó para disparar contra el candidato a gobernador K: “El peronismo de la provincia de Buenos Aires lleva a un hombre del PC como candidato. Estoy hablando de Axel Kicillof, que tiene sus orígenes en el Partido Comunista. Estas son las grandes distorsiones de Unidad Ciudadana. Por eso los compañeros del peronismo tienen que reflexionar sobre eso”, disparó Pichetto.
Sobre el final, de un pequeño parlante portátil que llevó Monzó sonó la Marcha Peronista, entonada con ganas por los comensales.
El debate, otro desafío a Cristina
Una de las claves de la campaña será ver si se da, o no, un debate de candidatos a vicepresidente. La ley no obliga a este debate –como sí lo hace a nivel presidentes–, sin embargo, Miguel Pichetto se mostró interesado en discutir con Cristina Kirchner. “Nunca me negué a participar en un debate. Si eso se da, creo que puede ser interesante debatir con la ex presidenta que fue una figura importante que puede aportar a que los argentinos analicen con mucho detenimiento el voto”, dijo el senador y agregó: “Estamos en una diagonal de la historia en la que podemos volver al pasado o dar un paso a la construcción de un capitalismo moderno. Generar empleo, menos subsidiados. Volver a lo que decía Perón, los verdaderos hombres son los que tenían trabajo o lo que buscan trabajo”.
Sobre las elecciones, dijo: “El que tiene los votos es el Presidente. Yo voy a aportar en el Congreso. Acá hay una discusión entre mayor democracia o algunas visiones del autoritarismo que pueden llevar al país a un lugar complicado. Hay gente que es muy precaria, que agravia”.