Los problemas informáticos en el Senado siguen. Después del hackeo que denunció que sufrió la semana pasada la cámara que preside Cristina Kirchner, ahora le están pidiendo a todos los empleados que se abstengan de prender sus computadoras. Hasta que no las revise el personal especializado, los senadores, asesores y demás empleados del cuerpo recibieron la indicación de no usar sus equipos.
"Se solicita a TODO (sic) el personal que NO encienda su computadora hasta que la misma sea verificada por el equipo de Soporte Técnico", dice la carta que recibieron en cada dependencia del Senado, bajo el rótulo de “Importante”.
Y aclara que si se necesita utilizar alguna computadora con “máxima urgencia” se deberá llamar a la mesa de ayuda de la Dirección de Infraestructuras Tecnológicas e informar los datos del equipo.
La semana pasada, desde el Senado denunciaron que hackers extrajeron datos el miércoles 12 de enero por la madrugada. Aclararon que “la información sustraída es pública” y que la “mayoría de la información relevante” ya había sido recuperada.
El ataque informático fue bajo la modalidad que se conoce como "ransonware", un virus que impide a los usuarios acceder al sistema o a sus archivos. Por el hackeo incluso el sitio oficial del Senado estuvo caído por largas horas.
Cuando se anunció el ataque a través de las redes sociales del Senado se precisó que “este tipo de ataques, denominados ransomware, fueron perpetrados en los últimos meses contra diversos organismos públicos, del Poder Judicial y empresas de primera línea". Sin embargo, especialistas en temas informáticos alertaron también que había deficiencias en los sistemas de protección.
Frente a una versión que circuló sobre pérdida de datos y pedido de rescate, fuentes de la presidencia de la Cámara alta señalaron que "no se perdió nada" y explicaron: "No se pierde la información, te la encriptan y hay que desencriptarla".
"Nada se negocia. Todo se está recuperando", afirmaron las fuentes consultadas para descartar una posible extorsión por parte de los ciberdelincuentes.
Una semana después, en tanto, desde el Senado siguen buscando el punto de acceso del virus y por eso exigen no prender las computadoras.
GZ/JFG