El príncipe de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, es el primer dirigente que llega a la Argentina para participar de la cumbre del G20 que va a tener lugar en Buenos Aires los próximos viernes y sábado. El miembro de la realeza saudí aterrizó en el país en medio de las denuncias que se realizaron en su contra por crímenes de guerra en Yemen y por la muerte del periodista Jamal Khashoggi en Turquía, entre otras acusaciones.
Ayer, antes de su llegada la organización no gubernamental estadounidense Human Rights Watch pidió a la Justicia de nuestro país iniciar una causa penal contra el príncipe heredero de Arabia Saudita. La ONG internacional con sede en Nueva York solicitó que los tribunales argentinos intervengan de acuerdo al principio de justicia universal que reconoce la Constitución por tratarse de "crímenes de lesa humanidad de trascendencia internacional".
Quién es Mohammed, el príncipe que tiene "las manos manchadas de sangre"
La denuncia recayó en el juzgado federal de Ariel Lijo. La jurisdicción le permite al magistrado investigar delitos de lesa humanidad, que son imprescriptibles aunque se hayan cometido fuera del territorio nacional, y aunque entre las víctimas no haya argentinos.
El príncipe saudita llegó directamente desde Túnez, donde protagonizó un viaje de Estado empañado por protestas de activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos. En Buenos Aires, Mohammed podría reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por primera vez desde la muerte de Khashoggi.
Este miércoles también llega a la Argentina el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong para participar del foro internacional.
B.D.N./FeL