"Yo empecé con un fitito y hoy ando con una Ferrari. Y si quiero me puedo comprar diez Ferraris (...) Para vender futbolistas a un determinado nivel, tenés 100 dólares de traslado en taxi, más 400 de hotel, unos 550 diarios de teléfono, unos mil dólares de cena. Porque son cenas que abrís con champagne y cerrás con cognac francés, ¿entendés?", comentó Francisco 'Paco' Casal a un periodista, según Yo, Paco, la biografía de Mario Bardanca.
El empresario más poderoso de Uruguay llegó a compartir mesa con los magnates Gianni Agnelli, Silvio Berlusconi o Massimo Morati, dueño del Inter. Para la revista El Estadio de Sevilla, Casal es "el dueño del fútbol uruguayo que controla a clubes, futbolistas y medios".
Francisco Casal nació en San Pablo, Brasil, y sólo por ese impidemento constitucional renunció a su viejo sueño de ser presidente uruguayo. Su mujer es argentina y sus visitas a Buenos Aires son permanentes. Empezó como alcanzapelotas en el Estadio Centenario, fue un fugaz futbolista y en 1980 inició su exitosa carrera como representante de jugadores: el 'Lobo' Carrasco, Francescoli, Gutiérrez, Bengoechea, Aguilera, Sosa, Fonseca, Montero, el 'Chino' Recoba, Silva, Zalayeta y hasta el 'Cebolla' Rodríguez pasaron por sus manos. Fueron más de 600.
Con el tiempo Paco se hizo multimillonario y también se convirtió en "prestamista-controlador" de equipos, según lo calificó Bardanca. El periodista uruguayo contabilizó 11 clubes de Uruguay que dejaron de jugar parcial o definitivamente por deudas de 20 millones de dólares con el Grupo Casal.
"Es un momento dijeron que vendía drogas y que era proxeneta, ¡yo qué sé! Acá el tema es: o sos homosexual, o sos ladrón, o sos traficante o sos cornudo. No tenés alternativa si te destacas en Uruguay", se quejó Casal en 1989. "Dicen que lavo guita. Abrí una empresa en EEUU para demostrarles a todos los giles que me acusan que se tienen que callar la boca. ¿Te parece que si lavo plata la DEA me va a permitir poner una empresa en EEUU. ¡Por favor!", se defendió en 2003 después de crear Gol TV en Miami, dice Yo, Paco.
En la selección uruguaya también ejerce un poder total desde que visitó la concentración en el Mundial de Italia, hace ya 21 años. Por ejemplo, en 1999 Casal nombró a dedo a Daniel Passarella como DT nacional y su firma Tenfield le pagó parte del sueldo (600.000 dólares por año). En ese ciclo era la empresa que posee el monopolio de la TV del fútbol charrúa y no la Asociación Uruguaya la que enviaba desde sus oficinas la lista de convocados a los clubes.
En la biografía de Casal también queda al descubierto la imagen deteriorada que posee al otro lado del Río de la Plata: "El hincha lo asocia a campeonatos digitados, descensos anunciados y arbitrajes dudosos".
Cruzando el charco. El consultor Gerardo Molina, de Euromericas Sport Marketing, conoce bien a Casal y recuerda los vínculos de Paco con los dos grandes del fútbol argentino. "En todo el período de Mauricio Macri en Boca, Paco hizo negocios con muchos jugadores. También los hizo con River", apuntó a Perfil.com. Por cierto, Casal aseguró cierta vez: "Yo armé el River del '86'".
"Gracias Paco" se leyó en el cartel luminoso del Estadio Centenario cuando Uruguay goleó a Australia y se clasificó al Mundial 2002. Fue un escándalo. Bardanca no está para nada de acuerdo con esa pleitesía. Así lo explicó: "Desde que Paco desarrolló su control hegemónico, el fútbol uruguayo cayó en picada. A partir de los '90, Uruguay no volvió a ganar, salvo en la Copa América que fue anfitrión. Mayores y juveniles, los clubes y la selección se volvieron perdedores. El que ganó fue Paco".