El cambio de abogado de Brenda Uliarte podría dilatar el trámite de elevación a juicio oral de la causa por el atentado a Cristina Kirchner. Esta semana, la pareja de Fernando Sabag Montiel, el hombre que le gatilló al rostro de la vicepresidenta, notificó a la jueza María Eugenia Capuchetti que abandonaba la defensa oficial ejercida desde septiembre del año pasado por Gustavo Kollman para tener una particular.
Ahora al frente de la defensa de Uliarte, Carlos Telleldín analiza a fondo el expediente a fin de evaluar requerir una prórroga antes de que la magistrada eventualmente disponga del cierre parcial de la instrucción y envíe la causa a sorteo para que un tribunal juzgue a Brenda y a Sabag Montiel como coautores y a Nicolás Gabriel Carrizo como partícipe secundario.
Telleldín es conocido por haber sido uno de los involucrados en el atentado a la AMIA. Estuvo procesado tras haber sido señalado como el entregador del coche bomba que ocasionó la muerte de 85 personas al hacer volar el edificio de la calle Pasteur al 600; fue juzgado en dos oportunidades, en las que resultó absuelto.
Mientras estuvo a cargo, Kollman sostuvo que la mejor manera de esclarecer el rol de Uliarte en el atentado era en el marco del juicio. Prueba de ello fue cuando no apeló el procesamiento dictado por la jueza Capuchetti. En ese sentido, y tras el pedido de opinión de la magistrada, el defensor público no se opuso a que la causa siguiera su cauce hacia la fase de debate.
De hecho, y en respuesta a la vista conferida por el juzgado, el abogado público planteo de forma indirecta un razonamiento inédito en toda la causa y es si la pistola Bersa calibre 32, empuñada por Sabag y con la que Brenda se retrató en varias oportunidades, podía hacer daño habida cuenta de que el proyectil nunca salió del arma, más allá de que los peritajes determinaron que esta se encontraba en condiciones de disparar.
Sin embargo, y ante el llamativo cambio de defensa, el nuevo letrado tiene que adentrarse en el expediente, que es extenso. La causa está conformada por más de una docena de legajos, con lo cual no se descarta que Telleldín le pida a la magistrada un margen de tiempo para verlo en su totalidad y, si así lo considera, poder determinar diversas cuestiones, que pueden ir desde planteos de nulidad hasta ofrecimiento de prueba.
Por lo pronto, también se aguarda a que el fiscal y la jueza respondan a varias cuestiones requeridas no solo por la querella que solicitó investigar otro posible vínculo de una persona ligada al líder de Revolución Federal, Jonathan Morel, al intento de homicidio. Y de la defensa de Nicolás Gabriel Carrizo, que tiene plazo hasta la próxima semana para responder si está de acuerdo o no en que vaya a juicio.
Otra cuestión de la que se aguarda sea resuelta es la recusación contra el fiscal Carlos Rívolo. Marcos Aldazábal, uno de los abogados de la vicepresidenta, insistió ante la Cámara Federal Porteña en el apartamiento del funcionario al señalar que filtró información al entorno del diputado Gerardo Millman precisamente cuando una de sus asesoras se apersonó en Tribunales para pedir ampliar su testimonio, y entre que se presentó y la declaración fue cargada al sistema, recibió llamados de una compañera, también vinculada a la causa, las cuales a su criterio tomó como presiones.
