La ausencia de Máximo Kirchner no tuvo que ver con acompañar a sus hijos en el inicio escolar de este miércoles en Río Gallegos. El diputado no estuvo presente en la Asamblea Legislativa por sus diferencias frente a la negociación con el Fondo Monetario Internacional, pero también con el clima de festejo y movilización que había desde un sector del gobierno que salió a la calle a apoyar la presidencia de Alberto Fernández.
Este faltazo reavivó el clima de incomodidad y molestia que se vive en el bloque del Frente de Todos desde que el diputado renunció a la titularidad del bloque. Este nuevo movimiento del legislador desconcertó al propio oficialismo que en las últimas semanas lo escuchó decir que no rompería la alianza y que tampoco trabajaría para boicotear el acuerdo que el Poder Ejecutivo enviará en los próximos días.
Aún en este momento de mayor tensión, uno de los pocos legisladores que chateó con Máximo Kirchner en las últimas horas insiste con que el diputado no avanzará en una ruptura del bloque. El diputado mantiene el silencio y sólo desde la Casa Rosada justificaron su ausencia al asegurar que se quedó en Río Gallegos para acompañar a sus hijos en el inicio de clases. Pero esto no tuvo nada que ver. El diputado viajó al sur junto a la vicepresidenta el viernes pasado. Cristina Kirchner regresó el lunes por la tarde y él decidió no estar en el recinto para escuchar el discurso de Alberto Fernández.
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La orden en las horas previas a La Cámpora fue la de no movilizar a la Plaza de los Dos Congresos. Máximo Kirchner sigue actuando como un referente de un sector del Frente de Todos y no tanto como titular de un Partido Justicialista bonaerense que tuvo representación de algunos distritos en la calle.
En el kirchnerismo buscan ahora, una vez más, calmar los ánimos y apuntan a la oposición: “el enemigo está afuera, no adentro”, dicen mirando a la Casa Rosada. Tiene que ver con la acusación por parte de un sector del oficialismo hacia Máximo por dejarlos sin presupuesto. “Ayer la oposición se levantó y se fue cuando Alberto mencionó el tema de la justicia y la deuda con el FMI. Fue lo mismo que hicieron cuando se trataba en Presupuesto. El levantarse e irse en ese momento no tenía que ver con el discurso de Máximo ni ahora con el de Alberto”, agregan.
Por estas horas hay otros diputados que no responden al kirchnerismo que sí hablan de una división interna. “Si no votamos juntos el acuerdo, yo no veo que podamos seguir sosteniendo la unidad”, dice uno de ellos. Nadie está cómodo en el bloque con la actitud de Máximo Kirchner.
Alberto Fernández no acepta que los diputados que le responden salgan a marcar las diferencias y mucho menos, que sean los que generen una ruptura. Los legisladores del interior por ahora tampoco se mueven. Serán los gobernadores los que marquen los tiempos.
Sergio Massa asegura que no hay posibilidad de ruptura. Garantiza la unidad mientras esté al frente de la Cámara de Diputados. Para eso, él y el titular del bloque, Germán Martínez, hacen un recorrido diario de consultas. Deben palpar el ánimo y soportar las quejas de muchos.
cp