POLITICA
Dos semanas de campaña

Sergio Massa en la etapa final: apartidario, endurecido y hacia “una nueva etapa” para superar el cambio

La candidatura presidencial de Sergio Massa aparecerá sin sello partidario para atraer a los votantes que no lo eligieron ni en las PASO ni en las generales. Se posiciona como un líder dispuesto a ir contra definiciones de su propio gobierno. Deja de usar la palabra “cambio”, que se disputó con la oposición, para hablar de una “nueva etapa”, en la que comenzará una gestión distinta a la actual pero que no hará modificaciones bruscas. El objetivo del plebiscito sobre la figura de su competidor, Javier Milei, ya comenzó y se ve en las calles.

Massa con fuerzas de seguridad
Massa junto a las fuerzas de seguridad | UXP

Sergio Massa no es kirchnerista. Tampoco peronista, y ni siquiera es el candidato a presidente de Unión por la Patria. Así lo muestra la nueva gráfica que se instala en todo el territorio argentino y circula por las redes sociales para encarar las dos semanas finales de campaña en las que deberá atraer el voto de quienes no lo eligieron ni en las PASO ni en las generales. “Massa presidente”, dicen los carteles celestes y blancos en los que el único símbolo que hay es una bandera argentina y aparece casi desapercibido el color verde que para los estrategas significa “estabilidad”. En estos 14 días, Massa aparecerá aun con mayor dureza de la que venía mostrando y, además, dejó de buscar instalar que él también es parte de un cambio para ir a una idea que describen como superadora: su gobierno será parte de “una nueva etapa”.

Mientras la oposición busca atar a Massa con el kirchnerismo, la campaña oficial pretende despegarlo de todo sello partidario. No solo de la figura de Cristina Kirchner, sino también hasta de la alianza que se conformó para llevarlo como candidato. El objetivo es mostrarlo como un dirigente capaz de superar la grieta partidaria, algo que ejemplifica cuando habla de una nueva mayoría. Despojarlo de la fuerza a la que pertenece tiene que ver con hablarle a ese electorado que aún no define el voto y que podría apoyar a su competidor, Javier Milei, solo por ser “antikirchnerista” o peronista. 

Massa puede hablar con todos los sectores y el propio ministro de Economía intenta transformarlo en un activo desde que fue bautizado por Mauricio Macri como “ventajita”. “¿Usted cree que Argentina puede tener un gobierno de unidad nacional con representantes de distintas fuerzas políticas?”, fue una de las preguntas que realizaron Tres Punto Zero y Alaska en el sondeo de los primeros días de noviembre. El 53,3% contestó que sí frente al 30% que lo hizo de manera negativa y un 16,5% que respondió no saber. El votante cree más en esa propuesta que en la dolarización que propone el líder de La Libertad Avanza (solo el 32,7% aseguró que se podrá cambiar de moneda). 

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Apartidario, porque los votos del sector que representa ya los tiene, y cada vez más firme. La dureza con la que se mostró al anunciar que los planes sociales pasarán a estar bajo la órbita del Ministerio de Trabajo para convertirlos en una salida laboral, la dureza con la que decidió mostrarse a favor de la defensa de Israel contra el grupo terrorista Hamás y la dureza para enfrentar la inseguridad no son casuales. Este sábado Massa no dudó en mostrarse junto a uniformados en el acto central por la semana de la Policía Federal. Una foto que hubiese espantado a muchos sectores del kirchnerismo en plena campaña. De eso se trata: de mostrar al Massa que cuando estaba de la vereda de enfrente tenía como principal bandera la lucha contra la inseguridad que el gobierno de CFK había dejado huérfana. 

Los sondeos que llegan al búnker oficial no cambian: los ciudadanos quieren un líder y el objetivo es mostrar que no tiene nada que ver con el rol que ejerció hasta acá Alberto Fernández. Por eso ya avisó: si el 19 de noviembre gana el balotaje, su gobierno comenzará el 20. Aunque tiene todo el protagonismo, hay varios movimientos que le gustaría hacer al actual ministro de Economía por estos días pero no dependen de su área. 

Hasta la elección del 22 de octubre, Sergio Massa se subió a la ola de cambio que pide el votante. Pero en estas dos semanas busca superar esa idea. Ahora hablará de una “nueva etapa”. “Se trata de una nueva etapa porque no lo vamos a cambiar todo. Lo que funciona lo vamos a fortalecer y mejorar, no nos deshacemos de todo, como Milei. Cambiamos lo que no funciona para traer más estabilidad y un Estado más moderno. Al cambio le sumamos futuro”, dicen desde el equipo de campaña.

La confrontación con el modelo de Milei es total. Esto se verá también en el debate presidencial. Tal como anticipó PERFIL, el objetivo es convertir la elección en un plebiscito contra el líder libertario. En esta campaña, la figura de Massa ni siquiera aparece y se confronta al candidato opositor directamente con la Argentina. “Milei no, Argentina sí”, dicen los carteles que se instalaron en las calles en las últimas horas. Y repasan lo que significa su figura: “Caos, armas, venta de órganos, voucher educación, odia al Papa, dictadura, autoritarismo, agresividad, inhumano, ríos privatizados”. Del lado de “Argentina sí” con una bandera argentina marcan: “Orden, vida, salud pública, educación pública, ama al Papa, democracia, diálogo, respeto, valores, medioambiente”. 

Sobre los números de las encuestas, Massa no se cansa de repetir que la elección no está ganada. Teme dos cosas: que el militante se relaje y no vaya en busca de más votos convencido de que el candidato de Unión por la Patria ya tiene el balotaje ganado y que el voto en blanco sea aún más del necesario. Las encuestas lo marcan: aunque no voten por él, muchos creen que será el próximo presidente. Es algo que busca derribar: los votos se cuentan el 19 de noviembre.

Lavagna vs. juicio político

El exministro de Economía Roberto Lavagna sorprendió ayer al asegurar que “siempre” se opuso al juicio político a la Corte Suprema. “Siempre nos opusimos al #JuicioPolítico a la Corte, porque pretende condicionar a la Justicia”, escribió el economista en sus redes sociales, en alusión al procedimiento que lleva adelante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación.

El mensaje de Lavagna llega un día después de que Juan Schiaretti se expresase en el mismo sentido, aunque el mandatario cordobés evitó direccionar sus críticas a Sergio Massa. Por el contrario, Lavagna no mencionó al candidato. Por estas horas, el exministro arma el plan económico del candidato.

En ese contexto, manifestó que, “coherente con ello, en Comisión de Juicio Político nuestro diputado @TOPOarg rechazó todos los expedientes acusatorios”, al referirse al diputado nacional de Consenso Federal Topo Rodríguez.