En tiempo récord, el Seabed Constructor, el barco noruego de la firma norteamericana Ocean Infinity ya partió rumbo a Johannesburgo (Sudáfrica) con los veedores a bordo para dar por finalizada la operación de búsqueda del ARA San Juan. PERFIL certificó esta información con los abogados de las familias y a través del sitio Marinetraffic.com, que releva la posición de la embarcación minuto a minuto. En las últimas horas se especulaba con que la empresa “renegociara” el contrato para realizar las tareas de remoción y recuperación de los cuerpos de los 44 tripulantes.
El pliego establece que no se contrató a Ocean Infinity para encarar las tareas de “reflote” y recate de los cuerpos. Con la sola certificación ante la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, ya son acreedores de 7.5 millones de dólares, tal como estaba acordado con el Gobierno. Por la tarde el buque noruego levantó el último AUV que tenía en la zona 15A-4 y pusieron proa hacia el dique seco en la capital de Sudáfrica. Se espera que arriben el 29 para tareas de mantenimiento.
El destino del Seabed Constructor hacia Sudáfrica fue confirmado también por la Armada argentina vía Twitter, el mismo canal mediante el cual confirmaron en la madrugada el hallazgo del submarino: "A 18.28 hs. se recuperó el último AUV (el AUV N°2) y el “Seabed Constructor” comenzó tránsito a Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Los tres observadores de la #ArmadaArgentina y los familiares veedores desembarcarán en esa ciudad y, con apoyo de la Agregaduría Naval Argentina en Sudáfrica, de la Embajada y del #MinisterioDeDefensa, serán trasladados de regreso a nuestro país."
Se va de la escena “dejando más dudas que certezas” dijo un familiar en la puerta de la Base Naval de Mar del Plata. La empresa, evidentemente, certificó posición y la zona en donde se encuentra el ARA San Juan quedará en custodia hasta que lo disponga el Juzgado Federal de Caleta Olivia a cargo de la doctora Yáñez. Una incógnita muy importante que no tiene respuesta aún es si quedarán las “pruebas” en custodia de la propia Armada, fuerza investigada en la causa judicial. “¿Ahora quién preserva las pruebas?” se lamentaba un especialista que tiene acceso a la causa.
Si bien técnicamente se contrató a Ocean Infinity para tareas de detección e identificación, dependía del Gobierno realizarle una adenda al contrato para que se puedan realizar las tareas de remoción en caso de ser posibles. Por lo pronto, tanto la jueza como las querellas propondrán peritos para evaluar la “data cruda” que aportó la empresa norteamericana. Ahora todo está en manos de la jueza Yáñez.
