Andrés Galera, señalado como testaferro de José López, negó haber "disimulado" el enriquecimiento ilícito del ex secretario de Obras Públicas, rechazó haber sido un "prestanombre" y pidió su sobreseimiento en la causa.
Galera, quien fue dueño de la vivienda de Dique Luján, en Tigre, donde vivía López con su esposa María Amalia Díaz, aseguró que compró la casa el 22 de mayo de 2008 y la vendió el 19 de mayo de 2010.
"Niego total y absolutamente los hechos que se me imputan", dijo Galera, y señaló: "No he sido una persona interpuesta o que se ha prestado a disimular el incremento patrimonial de López, ni de ninguna otra persona".
Galera explicó que compró el terreno a través de la venta de una vivienda inhabitable más fondos asentados en su declaración jurada, y señaló que llevó adelante una serie de reformas para revalorizar "la propiedad y poder de esa manera obtener un cierto rédito entre la compra y la venta de la misma".
Afirmó que conocía a López y su esposa "socialmente" y que la pareja tenía interés en comprar la propiedad y por eso María Amalia Díaz, mujer del ex funcionario y también imputada, participó de reuniones con el arquitecto que hizo las obras por casi dos millones de pesos.
No obstante, Galera afirmó que "por razones económicas" la operación no se pudo llevar adelante. La defensa solicitó su sobreseimiento al juez Daniel Rafecas, al señalar que "no se ha definido el cómo, el dónde y el cuándo del hecho supuestamente ilícito atribuible a nuestro defendido".
José López declarará el jueves próximo en la causa por la que está preso y se espera que dé por primera vez su versión de los hechos ocurridos en el convento de General Rodríguez por los cuales fue detenido el pasado 14 de junio.