Luego de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, revelara durante la presentación de su informe de gestión en el Congreso el miércoles, acerca del presupuesto que el Estado destina a la Iglesia católica, el cual incluye el sueldo de los obispos, uno de ellos salió al cruce y explicó qué hace con el dinero que percibe.
El jefe de los ministros contó que el Gobierno destina más de $130 millones en mantener a los obispos y reveló el monto de sus salarios. Asimismo y en detalle, ejemplificó que un Obispo Diocesano cobra $ 46.800 mensuales, al igual que los administradores apostólicos y diocesanos, mientras que uno Auxiliar percibe $40.950, misma cantidad que uno emérito.
La información generó críticas acerca del financiamiento del Gobierno a la Iglesia católica. Fue por ello que Monseñor Sergio Buenanueva, de San Francisco, Córdoba, desmintió los datos que dio Peña al indicar que esos fondos no se destinan exclusivamente a los salarios de los religiosos, sino que parte de su sueldo va a parar a un fondo solidario.
"De los 46.000 que percibo, un porcentaje va a un fondo solidario. Hace unos años me tuve que operar de los ojos y la Conferencia Episcopal, con ese dinero, me ayudó. Sí es cierto que una parte va al mantenimiento de mi casa, la comida y el auto, pero otra buena cifra se destina al gasto ordinario del obispado, que es mucho", relató Buenanueva al medio local La Voz del Interior.
El religioso explicó en qué consiste la asignación que, como todos los obispos del país, recibe mensualmente de parte del Estado. Peña manifestó que el presupuesto destinado a esa remuneración totaliza, para este año, 130.421.300 pesos. “Las cifras son conocidas. Lo que me extrañó es que los legisladores, que son los que aprueban el Presupuesto, donde una parte está destinada al sostenimiento de la Iglesia Católica, hayan preguntado eso”, señaló monseñor.
“A veces, cuando se da esta información, se dice que el Estado sostiene a la Iglesia católica. Pero los que sostenemos a la Iglesia somos los católicos. El Estado hace un aporte, que es del seis y al siete por ciento del total de nuestro presupuesto”, agregó.
Buenanueva es el líder de un obispado. Allí trabajan él, un vicario general, el secretario, un administrativo y una persona que se encarga de la limpieza. “Parte de lo que recibo va a eso. El resto se cubre con el aporte de las parroquias y con otras ayudas. Y, además, tenemos un terreno que alquilamos”, describió.
El párroco sostuvo que el aporte más grande lo hacen los católicos (con colectas). Asimismo, acotó: “Hay ayuda que nos llega del exterior. Muchos de nuestros templos, o de nuestros vehículos han sido adquiridos gracias a católicos alemanes o americanos”.
En ese contexto aclaró que lo que percibe no es un salario, sino que son "asignaciones". “Pago mi jubilación a un sistema de reparto propio, y también la obra social”, explicó.
“Me parece bien que esto se conozca porque es información pública. Hay una necesidad de revisar tanto el presupuesto de culto como el destino que se le da; y, sobre todo, de concientizar a nuestros fieles de que hay que seguir con el crecimiento de nuestra Iglesia”, concluyó Buenanueva.