“La primera (sección electoral) se puede ganar, la tercera es prácticamente imposible”. La frase de uno de los asesores de María Eugenia Vidal es elocuente: gran parte del dispositivo de campaña de la gobernadora estará montado bajo la hipótesis de que el sur del conurbano es una batalla muy compleja de ganar pero en el norte y el oeste hay muchos distritos “ganables”.
En este contexto, Vidal planea reforzar las “bajadas” por la primera sección electoral. El pasado sábado 20 de julio, de hecho, visitó la “Casa de Abrigo Nazaret”, que brinda apoyo alimentario y escolar a familias humildes de Morón. Allí se la vio con el intendente local, Ramiro Tagliaferro, y un grupo de candidatos: Santiago López Medrano (San Martín), ministro de Desarrollo Social bonaerense, Lucas Delfino (Hurlingham), Gastón Di Castelnuovo (Ituzaingó) y Alex Campbell, subsecretario de Asuntos Municipales, y quien encabeza la boleta a diputados provinciales de la sección.
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La ecuación que mantienen en la Gobernación implica recuperar los votos que, creen, se perderán en los municipios del sur, históricamente vinculados al PJ, en el corredor norte y en gran parte del oeste, además del Interior, en especial la quinta sección (Mar del Plata, Tandil, Chascomús) y la sexta (Bahía Blanca). El jefe de campaña, Federico Salvai, trabaja con big data y análisis manzana por manzana de los votantes para intentar ganarle a Axel Kicillof, a pesar de la crisis económica.
Por ello, en la primera sección electoral hay buenos augurios para todo el corredor norte: Vicente López (que viene de ser el municipio donde mejor le fue al oficialismo en 2017 de la mano del intendente Jorge Macri), San Isidro y Tigre (donde el vidalismo apuesta a dar pelea con el actor Segundo Cernadas).
Luego, en el oeste hay municipios, como Morón con el actual intendente Ramiro Tagliaferro, o Tres de Febrero con el periodista Diego Valenzuela, donde el oficialismo no tendría inconvenientes en conseguir victorias, incluso por encima del 50%.
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Pero habrá batallas complicadas. Una de ellas se dará en San Martín, donde Santiago López Medrano intentará sacar a Gabriel Katopodis del municipio. La llegada del Same y el Metrobus, en menos de tres semanas, son dos hitos que el vidalismo buscará sacar provecho en las recorridas y timbreos que prevé el candidato.
Otro caso complejo es el de Hurlingham, donde el peronista Juan “Juanchi” Zabaleta gobierna. Allí intenta hacer pie Lucas Delfino, un joven funcionario del ministerio del Interior que viene militando allí hace más de cinco años. “Estamos convencidos de que en Hurlingham vamos a ganar y vamos a poder llevar adelante el cambio que ella viene llevando en toda la Provincia”, le dijo Delfino a PERFIL. Sin embargo, cerca del intendente aseguran que las últimas encuestas los muestran arriba.
Entre los distritos que generan mayor preocupación a Vidal están Moreno (donde el kirchnerismo va a una gran PASO en la boleta de intendente), Merlo y, en menor medida, Malvinas Argentinas, donde el eterno Jesús Cariglino pretende volver a comandar el municipio.
En la tercera electoral se presenta el panorama más sombrío para Vidal. A excepción de Lanús, con Néstor Grindetti, quien va por su reelección, y Martiniano Molina, de Quilmes, quien también busca repetir, los municipios dominados por el PJ están arriba en las encuestas.
CP
