Los gobernadores de La Pampa y La Rioja retomaron los reclamos que sostienen desde hace dos años por los fondos que el gobierno nacional les adeuda. El gobierno de Javier Milei, poco después de asumir, recortó programas y transferencias a las provincias, incluso la totalidad de la obra pública. Con algunos de los gobernadores acordó reanudar envíos monetarios o traspasar las responsabilidades a los distritos para trabajos de infraestructura.
El titular de la provincia pampeana, Sergio Ziliotto, se reunió el viernes con el ministro del Interior nacional, Diego Santilli y el Jefe de Gabinete, Manuel Adorni. El gobernador viajó con un “listado de reclamos” ya presentado previamente a la Nación -incluyendo demandas de fondos previsionales-, así como pedidos de obra pública, viviendas inconclusas, y obras en rutas nacionales, entre otras demandas. Tras el encuentro, resaltó que el reclamo de los fondos no necesariamente implica el apoyo al Presupuesto 2026: “No es un toma y daca”.
La Pampa fue la primera Provincia del país en adherir al Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas y firmó con el ministro de Economía de Nación, Luis Caputo, un Acta de Intención donde se acordaba aportar la información que documentará las montos que le corresponden a La Pampa y que el Gobierno nacional no ha girado en los últimos dos años.
La deuda actualizada que reclama el territorio pampeano supera los $ 400.000 millones, según sus cálculos. “Su enorme proporcionalidad tiene que ver con el déficit previsional. Somos una de las 13 provincias que no transfirió sus cajas y en ese sentido estamos en desigualdad de condiciones con el resto porque en el resto del país la ANSES paga todos los meses y en forma actualizada”, se quejó el gobernador. La Rioja viene de conseguir el respaldo de todos los gobernadores del Norte Grande, que le exigieron a Santilli hace dos semanas que salde la deuda, que ya supera los US$ 1 mil millones. Se trata de un punto de coparticipación que se incluye en los presupuestos desde el pacto de Olivos entre Carlos Menem y Ricardo Alfonsín para compensar a la provincia por lo que perdió cuando se armó la pauta coparticipable en la vuelta de la democracia. Desde ese momento, todos los gobiernos lo cumplieron, a excepción del libertario.
Quintela consiguió el miércoles que la Corte Suprema le habilite un proceso de conciliación con el Estado Nacional “para avanzar hacia un acuerdo que responda a nuestros legítimos e históricos reclamos”, tal como consignó en redes sociales.
“La Rioja no pide privilegios. Pide equidad. Pide que se cumplan las leyes y que se reconozca la realidad de una provincia que siempre hizo patria, aun cuando algunos miraban hacia otro lado”, tuiteó el gobernador norteño. “Este proceso de conciliación es una oportunidad histórica para saldar una deuda que lleva décadas. Conciliar para acordar. Acordar para garantizar. Porque nuestra lucha no es contra nadie, es a favor de La Rioja”, planteó Quintela.