Desde hace unos días, José Ignacio (Uruguay) tiene un atractivo adicional, Casa Neptuna. Su color verde potente no pasa desapercibido y quien dice que en un futuro no se convierta en un sello de ese “pueblo de pescados” como lo son el faro, la gastronomía y la casa de Mirtha Legrand que en los años 80 sirvió para direccionar a veraneantes e inversores hacia el norte costero uruguayo. Casa Neptuna es algo más que un propiedad diseñada por el artista plástico argentino Edgardo Giménez. Allí funciona la Fundación Ama Amoedo Residencia Artística. Obviamente, Amalia Amoedo –la nieta de Amalita Fortabat– es su alma mater y instaló Casa Neptuna a unos doscientos metros de la también famosa casa que su abuela construyó a comienzos de los años 90.
—¿Qué te movió a crear esta fundación?
—Mi pasión y amor por el arte. Hace tiempo venía pensando cómo canalizar y ordenar diversas acciones que realizo hace ya más de veinte años para ayudar al desarrollo de artistas y del arte visual en general. Esta fundación va a ser ese vehículo, que me permita darle entidad, un formato claro, ayudar y trabajar en equipo con artistas, curadores, diseñadores, educadores del arte y conservadores.
—¿Quién es Violeta Mansilla y por qué la elegiste como directora de Casa Neptuna?
—Es curadora, gestora, abogada y santafesina. La conocí en 2016 en UV, un proyecto de arte, casa de artista y galería de 2015/2020. Desde 2021 se transformó en oficina de proyectos, trabajando en ediciones de libros de artistas e instalaciones site specifics. Y me gustó mucho la manera de trabajar con los artistas más jóvenes, de otros países y provincias. Les dio lugar para hacer muchas exposiciones y también acompañarlos en sus carreras emergentes.
—¿Tomaste el modelo de otras similares? ¿Cuáles?
—Miramos, analizamos y estudiamos muchos modelos de instituciones, residencias artísticas y espacios culturales de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Entre ellas Colección Patricia Phelps de Cisneros, Julia Stochek Collection (Berlín), Delfina Foundation (Londres), Pivo (Sao Paulo), Colección Peggy Guggenheim, Urra (Argentina), Flora (Bogotá).
—¿Cuál fue el criterio de selección para invitarlos a Casa Neptuna?
—Los artistas residentes participan exclusivamente por invitación y, en esta primera edición, fueron seleccionados por destacados curadores internacionales con experiencia en el arte latinoamericano. El Comité de Selección inaugural está integrado por Magalí Arriola, directora del Museo Tamayo en Ciudad de México; Inti Guerrero, director artístico de Bellas Artes Projects en Filipinas y tutor del programa de Estudios Curatoriales de KASK en Bélgica; y Aimé Iglesias Lukin, directora de Americas Society en Nueva York.
—¿Cómo definirías a las dos artistas que inauguraron esta residencia en Casa Neptuna?
—La verdad que son muy lo más Marcela (Sinclair) y Sofía (Gallisá Muriente). Hace dos semanas que están aquí y parecen amigas de toda la vida. A Marcela la conocía desde hace un tiempo en Buenos Aires, tengo obras en mi colección. Y a Sofía sólo conocía un poco su obra, pero ahora estoy de a poco conociendo y entendiendo más sobre la producción contemporánea en Puerto Rico. A ellas le seguirán cuatros artistas más: Liliana Angulo Cortés, Andres Bedoya, Adriana Bustos y Noé Martínez.
—¿Cómo puede un artista plástico aplicar para una residencia en tu fundación?
—Es solamente por invitación; la única consigna que le dimos al comité es que fueran artistas latinoamericanos.
—¿Podrías explicar cómo es la mecánica?
—Es una residencia cuyo propósito es ofrecer un espacio de investigación y reflexión creativa, bajo la forma de un retiro en la naturaleza en José Ignacio (Uruguay) durante seis semanas. Los artistas seleccionados tendrán acceso a espacios para vivir y trabajar en Casa Neptuna. También participarán en un programa de actividades diseñado para apoyar su investigación y recibirán una subvención para apoyar sus esfuerzos artísticos. Al final de la residencia los seis artistas de cada edición participarán en una exposición grupal en el marco de Miami Art Week 2022.
—¿Tenés pensado replicar esto en Argentina o en otros países?
—En este momento más que nunca estoy intentando estar en el presente. Recién inauguramos acá (Uruguay), disfrutando tanto esfuerzo. Pero obvio me entusiasma replicar este modelo en otros lugares.
—¿Te sentís una mecenas o es un término que no se ajusta a lo que vos querés transmitir con acciones como Casa Neptuna?
—Mecenas es una muy linda palabra, pero no lo siento como mi rol: mi compromiso es mas emocional, como artista, amiga de muchos artistas y coleccionista. Siento que este amor tan lindo y pasión que tengo por el arte puede tener mucho impacto positivo si está bien focalizado, y en esa línea lanzamos esta residencia artística en Casa Neptuna.
—Si bien sos joven, hay momentos que uno piensa qué legado quiere dejar…
—¡Sí, soy muy joven para pensar en legado! Igual si después de todo esto logré ayudar a artistas a desarrollarse más, y a que el arte latinoamericano, y del Cono Sur en particular, tenga el lugar y la importancia que se merece en el mundo, creo que estaría muy feliz. También veo a mi colección como un instrumento para dejar una huella, aunque sea pequeña, en el arte.
—¿Influís para que tus dos hijas apunten al arte como expresión de vida o sos más bien liberal al respecto?
—Mis dos hijas se inclinan por el arte; intento no influenciar pero vivimos en una casa de artistas, rodeadas de obras, muchas de las cuales elegimos juntas.
—¿Qué se te cruza por la cabeza cuándo ves las cifras que se pagan por ciertas obras de arte?
—¡Lo increíblemente emotivo que es el arte y cuánto moviliza! Y al mismo tiempo que es todo muy subjetivo: cosas que para uno son invaluables para otros pueden no serlo.
—¿Hay alguna obra por la que pagarías una cifra importante o preferís apuntar a artistas en desarrollo?
—Me siento más cómoda acompañando a artistas jóvenes en crecimiento, aunque en mi colección tengo también artistas consagrados y piezas históricas.
—¿A qué artista argentino seguís o te interesa el recorrido de su obra?
—Dos, Fernanda Laguna y Marcelo Pombo.
—Obviamente el diseño de Casa Neptuna no pasa desapercibido, los colores tampoco...
—Hablé con Edgardo (Giménez) y dejé que libremente pueda diseñar. Confié en su arte y su propuesta para la refacción de la casa; la propiedad necesitaba más personalidad y quien mejor que Edgardo para capturar esa esencia. ¡La casa es realmente soñada!
—¿La famosa casa él hizo hace años en provincia de Buenos Aires fue la que definió tu elección?
—Edgardo tiene la combinación perfecta de inteligencia, experiencia, humor, creatividad que siempre admiré; y es un gran amigo de la familia. Y sí “Casa Azul”, de Marta y Jorge Romero Brest, está en City Bell y es una ícono de la arquitectura.
—José Ignacio es bastante particular respecto de su arquitectura pero el verde de ésta se desmarca del resto. ¿Repercusiones?
—Es cierto que José Ignacio tiene una arquitectura peculiar, con mucha personalidad también. Y todos los vecinos deseamos que así siga siendo, cuidar el medio ambiente, las playas. Hubo repercusiones positivas sobre la casa. Al principio se asustaron porque no sabían qué era, una vez develado el misterio nos han recibido con mucha calidez.
—¿En la composición de los espacios de la casa tuviste en cuenta lo astral, lo mismo que para la fecha de apertura oficial?
—Las fechas importantes, las chequeo muchas veces con Waldo (Casal, astrólogo y amigo). Estudié astrología, me gusta entender lo que pasa en el cielo, aprender ese lenguaje.
—¿Una obviedad pero por qué Casa Neptuna y no Neptuno?
—Es la variación femenina de Neptuno. Me gustaba que sea una diosa mujer, con la potencia del mar.
—Vi en tus historias que son fan de Don Rouch, casualmente el “joyero del trap argentino”?¿Escuchás trap?
—Lo conocí por un regalo de navidad, es un gran artista. El trap, no me llegó solo por mis hijas, sino gran parte de la juventud escucha trap, es un nuevo fenómeno que nos dice mucho sobre como está la calle y de lo que esta pasando; me gusta ser receptiva a cosas nuevas.
—Argentina es un país que generó íconos incluso internacionales. Tu abuela lo fue también. Atendiendo a esto que te genera Maradona como ícono teniendo en cuenta que se cumplió un año de su muerte.
—No hay duda que Maradona genera muchísimas emociones, con sus luces y sus sombras. Un gran artista con la pelota. Mi acompañamiento sincero en este aniversario a su familia, que aun debe estar transitando mucho dolor.