Un hombre llamado Henry y una joven llamada Kate podrían haber sido la inspiración perfecta de los amantes Jack y Rose, interpretados por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, en la oscarizada película “Titanic”.
De eso está segura Beverley Roberts, que vive en la ciudad inglesa de Kidderminster, y es bisnieta de esa pareja de enamorados que viajó en segunda clase del famoso trasatlántico "RMS Titanic", hundido trágicamente hace 110 años, el 14 de abril de 1912.
Se trata de Henry Samuel Morley, de 39 años, el acaudalado dueño de confiterías proveedoras de dulces para la alta sociedad, y Kate Florence Phillips, de 19, quienes comenzaron una aventura cuando ella trabajaba para él en sus tiendas de dulces en New Street (Birmingham), y Foregate Street (Worcester).
Henry dejó a su esposa y a su hijo, de 12 años -no sin antes asegurarles un buen pasar económico-, para escapar con su amante. Abandonada en Birmingham, la esposa le dijo a la gente que su esposo se había ido a Estados Unidos para recuperarse de una enfermedad.
En el puerto de Southampton, como otros 1.341 pasajeros, Henry y Kate abordaron el Titanic con los nombres falsos de “Mr. and Mrs. Marshall”, con el sueño de comenzar una nueva vida en California.
''El hermano de Henry sabía sobre la fuga'', relató Beverley al periódico británico Newsletter. ''Él los llevó a Southampton y los despidió. Él era el único que sabía. Henry le había dicho a la familia que se iría a California por unos meses de vacaciones".
Beverley dijo que cree que su bisabuela Kate quedó embarazada a bordo del transatlántico. Como prenda de amor, Henry regaló a Kate un collar de zafiros con incrustaciones de diamantes, que había encargado especialmente para ella en una joyería de Birmingham.
Cuando el 14 de abril de 1912 el majestuoso barco chocó con un iceberg en el Atlántico, y se desató el caos, Kate fue puesta en un bote salvavidas número 11 junto con otras mujeres y niños.
Se cree que Henry Morley, que no sabía nadar, se ahogó en las heladas aguas del Atlántico Norte, aunque nunca se encontró su cuerpo. Según el informe del Senado de Estados Unidos sobre el desastre, junto a él murieron 1.517 personas.
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"Mi padre no quería que se fuera y trató de aferrarse a ella, pero los marineros la arrojaron al bote", dijo, décadas después, la hija de la pareja, Ellen, una vendedora de antigüedades ya fallecida. “El cuerpo de mi padre nunca fue encontrado”.
Kate fue una de los 700 sobrevivientes, la mayoría de los cuales eran mujeres y niños. Su bote fue rescatado ocho horas después por el vapor RMS Carpathia y nunca más volvió a ver a Henry.
“Todo lo que tenía puesto era un camisón, pero uno de los marineros la envolvió con su jersey”, recordó Ellen.
Tres meses después de llegar a Nueva York, donde fue acogida por la Cruz Roja, Kate descubrió que estaba embarazada y decidió regresar al Reino Unido.
El 11 de enero de 1913 nació su hija Ellen, que fue apodada la "sobreviviente más joven del Titanic". Aún shockeada por la tragedia, entregó la niña a sus padres.
“Cuando nació mi abuela”, relató Beverley, “la familia de Henry Morley no quería tener nada que ver con ella, pero lo que sí hicieron fue armar un fondo para ella y pagaron toda su educación privada, lo que para mí fue un reconocimiento, a su manera, de su conexión con la familia”.
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“Mi bisabuela murió en la década de 1960, así que nunca la conocí realmente, pero nunca habló de Henry. Sus amigos y familiares siempre decían que nunca volvió a ser la misma después de regresar a Worcester”, relató Berverley.
''El impacto del Titanic debe haber perturbado la mente de mi madre. Siento un profundo pesar por no haber logrado que ella me hablara de él”, relataría Ellen.
Y continuó: “Mi madre se inquietó cada vez más: una vez tragó un poco de ácido y le quemó las paredes del estómago. Finalmente la pusieron en un manicomio y mi padrastro la abandonó”. Murió en 1964, a los 71 años.
“En 1989, alguien me mostró un artículo de un diario local sobre el Titanic, y tenía fotografías de personas de Worcester… Era la primera imagen clara que había visto de Henry Morley. Lloré y lloré y lloré...”, recordó Beverley.
“Mi abuela luchó incansablemente toda su vida adulta para ser reconocida como hija de Henry, pero lamentablemente murió en 2005 a la edad de 92 años sin esa prueba”, relató Beverley, quien en 2020 pudo confirmar con una prueba de ADN que es pariente del nieto del hermano menor de Henry, Louis Morley.
“Siempre fue un punto muy doloroso para mi abuela Ellen, que nunca conoció a su padre”, recordó Beverley. Mi pobre abuela nunca conoció a su padre, y eso fue algo que la angustió hasta el día de su muerte. Realmente es terriblemente triste: mi bisabuela estaba en camino para comenzar una nueva vida con un hombre al que amaba”.
“La abuela siempre decía que su madre se enamoró de un hombre alto, moreno y hermoso… Pero también me dijo que cuando la retaban por hacer algo malo, mi bisabuela le decía: 'No me mires con esos ojos, son los mismos con los que me miraba tu padre cuando me subió al bote salvavidas'. Mi abuela dijo que su madre siempre le había dicho que tenía los ojos de su padre".
"Lamentablemente, mi bisabuela nunca se recuperó de perder al amor de su vida”, lamentó Beverley. "El hundimiento del Titanic fue uno de los mayores desastres marítimos de la historia, pero para mí, podría ser la única razón por la que estoy aquí hoy".