Elsa Serrano nació en Calabria, argentina por adopción, también tomó el apellido de su marido Alfredo Serrano. Había llegado en el ´55 al país con sus padres y desde muy chica tuvo un amor y una habilidad especial con los géneros, las tijeras y las agujas.
Habiendo comenzado como modista, llegó a ser una de las firmas más destacadas de la moda en la Argentina de los ´90. Si bien es recordada por ser quien vistió a Zulemita Menem en todo el periodo que acompañó a su padre como primera dama subrogante, no hubo celebridad y personaje que no utilizara sus diseños. De hecho, vistió a María Lorenza Barrenechea de Alfonsín en la recordada ceremonia del regreso a la democracia. Mirtha Legrand en innumerables programas, Susaba Giménez en su boda con Huberto Roviralta y Claudia Maradona en su ostentoso casamiento en el Luna Park.
Incendio en la casa de Elsa Serrano: el cuerpo está irreconocible
El rol de Zulemita viajando por el mundo con el por entonces Presidente, puso a los diseños de Elsa Serrano en la misma mesa que la reina Isabel de Inglaterra (por esos momentos se comentaba que el príncipe Andrés, separado de Sarah Ferguson había quedado deslumbrado por la joven riojana). y por cuanto evento internacional formara parte uno de los mandatarios más viajeros de la historia. Conversando con Pampita en su programa de Net TV, recordó los palacios y reyes que conoció acompañandolos en esas giras.
En el ámbito internacional también usaron sus diseños Sophia Loren y la bailarina rusa Maya Plisétskaya. pero eso no la alejaba de su carácter y trato humilde y cercano. La última de sus apariciones fue en el programa Corte y Confección donde oficiaba de jurado de lujo y hace un año estaba armando un regreso con un desfile por el cual conversó con nosotros, que nunca se llegó a concretar.
Cuando los ´90 llegaron a su fin.
Elsa vio colapsado su mundo con el divorcio de Serrano y las finanzas derrumbadas. Uno de los motivos, el haber acompañado a Zulemita Menem en todas las giras, descuidar el negocio y no haber cobrado un solo peso por todos los servicios, horas y material prestados. El problema llegó al ámbito judicial y fue para ella uno de los mayores disgustos de su vida. Sin embargo ella se consideraba una luchadora, una mujer que se había hecho de abajo y a sí misma. Había perdido su maison, su local en Unicenter, quiebra total pero seguía con pocas clientas pero fieles atendiendo y diseñando desde su casa.
Se dice que la deuda que reclamaba Elsa Romio, como figuraba en la causa, asumía a 4 millones de dólares. "Eso no es verdad, la verdad la se yo sola" dijo Elsa a Pampita. Zulemita la denunció por calumnias e injurias a la vez que le remataban la Maison de Mansilla al 3000 que atesoraba historias de los personajes de los ´90 y terminaba en manos de los bancos acreedores por las deudas de Manufacturas Textiles San Gabriel Saicf, que era como se llamaba su empresa. Las negociaciones se pusieron álgidas pero todo parece haber terminado bien, a juzgar por el cálido tweet de despedida de la hija del expresidente y la misma diseñadora confesó que todavía seguían hablando.
Los años pasaron y Elsa trató de reconstruir sobre las cenizas de su imperio derrumbado, siempre con buen humor, energía y la sonrisa que la caracterizaba hasta que la muerte la encontró a los 73 años luego de un incendio en su departamento de Recoleta. La tarde anterior estaba alegre, amasando como le encantaba en su mundo de 800 metros decorado exquisitamente. El Petit Hotel queda en Maipú al 900, la misma cuadra donde vivió Jorge Luis Borges frente a la Galería del Este. La muerte la encontró en perfecto estado de salud, mental y espiritual.
Desconocida para las nuevas generaciones, quienes hemos transitado los ´90 no olvidaremos la calidad y la presencia de sus diseños sin dudas de una Argentina que quedó muy lejos. Que en paz descanse la gran señora del diseño argentino.
