Uno de los que cierra un 2013 inmejorable desde lo laboral es, sin duda, Benjamín Vicuña. Este año, logró ubicarse con dos programas exitosos tanto en Argentina como en su Chile natal. De este lado de la cordillera de los Andes, su personaje en Farsantes, la serie televisiva de El Trece, fue clave para conformar con Julio Chavez una pareja que le dio tensión dramática y rating. Tan importante fue la presencia del actor chileno que los autores de la tira tuvieron que buscar la manera que de reapaciera en los capítulos finales.
En Chile, Vicuña fue conductor de un ciclo de documentales realizados por el nefasto aniversario del golpe de estado que encabezó el general Augusto Pinochet en 1973. El ciclo se llamó Imágenes prohibidas y las cinco emisiones se ubicaron en el primer puesto de rating en el prime time televisivo. En lo personal, a poco más de un año de la muerte de su hija Blanca, ese sentimiento de profunda ausencia lo llevó a manifestar hace unos días por Twitter: “Las fiestas de fin de año suelen poner felices a muchos y melancólicos a otros pues son momentos en los que las ausencias duelen más que nunca.” Pero su presente también lo ocupan, además de su mujer Carolina Ardohain, sus hijos Bautista y Beltrán. Con ellos se los vio en José Ignacio disfrutando de un excelente día de playa donde, sobre todo, jugó a la pelota con el mayor.
Quien en esa misma playa estuvo haciendo unos pases fue Ezequiel Lavezzi. El exitoso jugador argentino que reviste en el Paris Saint Germain, se detuvo un rato a jugar con otro pequeño que este año también sufrió un golpe familiar, Stefano, el hijo de Federico Ribero. Su madre Andrea Burstein fue quien se acercó al jugador ante la timidez de su hijo. Ella alquila una nueva casa hasta fines de enero ya que no puede siquiera pasar por la puerta de que por casi una década alquiló con su marido. El Año Nuevo la encontrará brindando con Marcelo Tinelli y su familiar.
El extranjero. El cantante de Metallica, James Hetfield se instalarse nuevamente en José Ignacio, lugar ue conoció gracias a su esposa argentina, Francesca Tomasi. Junto a ella y sus dos hijos, suele moverse en una Vespa. También es fanático del helado que compran en una conocida heladería argentina. Otro de los deleites culinarios que suele darse es la pizza. “Vino con sus hijos. Es de buen comer, y deja buena propina”, contaron a PERFIL los de la pizzería Tutta. “Se lo ve más relajado. Saluda a la gente, y es amable.”, agregó un argentino que lo conoce. La última vez que Hetfield estuvo, en 2012, pasó un mal momento al apedrear a fotógrafos argentinos que lo siguieron en Navidad. El caso terminó en la Justicia.