Si se hiciera un videoclip en castellano para graficar el presente de la reina Isabel, la banda musical podría ser una adaptación de Quedan los artistas, una famosa canción que escribió Enrique Pinti para uno de sus espectáculos. La letra diría: “Pasan las guerras, pasan los gobiernos, la perestroika, la bomba atómica; pasó el apartheid y pasaron las nueras, también pasó Churchill, pasó Tatcher, pasó Blair, los conservadores, los laboristas…queda Isabelita (la reina por supuesto)”. Y es que hoy domingo, ella se convirtió en la primera monarca británica en estar setenta años como cabeza de la corona británica. Según el comunicado oficial, para “la isla” eso representa el jubileo de platino; para afuera, quizá, un nombre más en la edición 2022 del libro Guinness de los Records.
A los 95 años, para los pro- monárquicos, la reina Isabel camina salpicada en un escenario político y otro familiar complicados. Por un lado, Boris Johnson está en su peor momento: su gabinete le va renunciando a medida se avanza en la investigación sobre las fiestas que el primer ministro hizo cuando la pandemia exigía cero reuniones numerosas. Y en lo familiar, el príncipe Andrés tuvo que ser relegado de todo acto protocolar mientras se sigue el devenir judicial por el caso de abuso de una menor entregada al hijo de la reina por el millonario norteamericano Jeffrey Epstein. A pesar de ese marco, el récord de continuidad en el trono logrado por Isabel –quien en abril próximo cumplirá 96 años– tiene agendados en el Reino Unido una serie de festejos que irán del 2 al 5 de junio. Incluso se estipuló un feriado bancario que en distintos puntos de la isla más gente se suma a la celebración. Además, habrá exhibiciones especiales que marcarán momentos importantes de su reinado: la ascensión al trono, la coronación y los Jubileos. Todos estos se realizarán en las residencias oficiales que tiene la corona en el Reino Unido, a partir de julio de 2022.