La reina Isabel II, de 95 años, pasó el fin de semana en la residencia de campo en Sandringham, Norfolk, este de Inglaterra, como parte del período de descanso, sin viajes ni intervenciones públicas, ordenado por los médicos en octubre y que se extenderá al menos hasta el 14 de noviembre Lo anunciaron hoy fuentes extraoficiales del Palacio de Buckingham. Precisaron que la soberana -que el mes pasado fue hospitalizada durante unas 24 horas para exámenes médicos "preliminares" no especificados - regresó "en helicóptero" al Castillo de Windsor, donde en los próximos días seguirá recuperándose.
La soberana renunció a la participación a la conferencia sobre cumbre climática
En cualquier caso, el traslado a Sandringham representa un signo positivo sobre las condiciones de salud de Isabel II, tras las preocupaciones surgidas por la pausa forzada de las últimas semanas, sellada por la renuncia a la participación presencial en la conferencia internacional sobre el clima de la ONU, la COPP26, en curso en Glasgow, Escocia, con presidencia británica.
La familia real demostró un gran interés en el evento, marcado por un videomensaje de la reina dirigido a los líderes mundiales, con tono apasionado, en el que llamaba la atención sobre el calentamiento global, según la agencia italiana Ansa.
"Ha pasado el tiempo de las palabras, es el momento de la acción"